La presidenta conservadora de Hungría renunció el pasado sábado en medio de la protesta pública por el indulto que concedió a un hombre condenado como cómplice en un caso de abuso sexual infantil, una decisión que desató un escándalo político sin precedentes para el gobierno nacionalista de larga data.
Katalin Novák, de 46 años, anunció en un mensaje televisado que dejaría la presidencia, cargo que ocupa desde 2022. Su decisión se produjo después de más de una semana de indignación pública después de que se revelara que había concedido un indulto presidencial en abril. 2023 a un hombre condenado por ocultar una serie de abusos sexuales infantiles en un hogar infantil estatal.
“Otorgué un indulto que causó desconcierto e inquietud a muchas personas”, dijo Novák el sábado. “Cometí un error”. La renuncia de Novák se produjo como un raro episodio de agitación política para el partido gobernante nacionalista de Hungría, Fidesz, que ha gobernado con una mayoría constitucional desde 2010.
Bajo el liderazgo del Primer Ministro populista Viktor Orbán, Fidesz ha sido acusado de desmantelar instituciones democráticas y manipular el sistema electoral y los medios de comunicación a su favor.
Novák, un aliado clave de Orbán y exvicepresidente de Fidesz, se desempeñó como ministra de Familias hasta su nombramiento a la presidencia. Ha defendido abiertamente los valores familiares tradicionales y la protección de los niños.
Fue la primera mujer presidenta en la historia de Hungría y la persona más joven en ocupar el cargo.
Pero su condena llegó a su fin después de que indultó a un hombre condenado en 2018 a más de tres años de prisión. Fue declarado culpable de presionar a las víctimas para que se retractaran de sus denuncias de abuso sexual por el director de la institución, quien fue sentenciado a ocho años por abusar de al menos 10 niños entre 2004 y 2016.
“Me decidí a favor del indulto en abril del año pasado, convencida de que el condenado no abusaba de la vulnerabilidad de los niños que se le habían confiado. Cometí un error”, dijo Novák el sábado. “Pido disculpas a aquellos a quienes he lastimado y a cualquier víctima que haya sentido que no los defiendo, como Jefe de Estado, me dirijo a ustedes hoy por última vez. Renuncio al cargo de presidente de la república”, dijo.
También estuvo implicada Judit Varga, otra figura clave de Fidesz que era ministra de Justicia en ese momento y respaldó el indulto. Se esperaba que Varga encabezara la lista de candidatos del Fidesz al Parlamento Europeo cuando se celebren elecciones este verano.
En una publicación de Facebook el sábado, Varga anunció que asumiría la responsabilidad política y se retiraría de la vida pública, renunciando a mi puesto como miembro del parlamento y también como líder de la lista del PE.
En la sede presidencial de Budapest, unas 200 personas se reunieron en lo que originalmente estaba previsto como una protesta para pedir la dimisión de Novák.
Después de su anuncio, los asistentes dijeron que estaban contentos, pero que no era suficiente para cambiar fundamentalmente el sistema de gobierno de Orbán.
El jefe de la delegación parlamentaria del Fidesz, Máté Kocsis, dijo en un comunicado que Novák y Varga habían tomado una “decisión responsable” y que el partido estaba agradecido por su trabajo.