El príncipe Enrique cree que solo fue concebido para ofrecer “piezas de repuesto” para su hermano Guillermo, actual heredero al trono británico, en caso de que este, alguna vez, necesitara órganos.
“Dos años mayor que yo, ‘Willy’ era el heredero, mientras que yo era el repuesto. No era solo la forma en que la prensa se refería a nosotros, aunque sin duda lo era. Era la taquigrafía que utilizaban a menudo papá, mamá y el abuelo. E incluso la abuela”, escribió Enrique para explicar el título de sus memorias, tituladas ‘Repuesto’ (Spare, en inglés), que se publicaron oficialmente este martes.
“Yo era la sombra, el apoyo, el plan B. Me trajeron al mundo por si le pasaba algo a ‘Willy'”, escribió el duque de Sussex, destacando que desde muy joven entendía que su papel era ser una “distracción” y “diversión” para su hermano, capaz de proporcionar, en caso de ser necesario, “una pieza de repuesto” para él. “Tal vez un riñón, una transfusión de sangre o una pizca de médula ósea”, añadió.
Asimismo, comentó cómo su padre, el ahora rey Carlos III, nunca podría estar en un avión con su hijo mayor, Guillermo, “porque no debe haber ninguna posibilidad de que el primero y el segundo en la línea de sucesión al trono sean aniquilados”, indicó. “Pero a nadie le importaba con quién viajaba; siempre se podía prescindir del repuesto”, afirmó Enrique.
“Todo esto se me dejó explícitamente claro desde el principio del viaje de la vida y se reforzó regularmente después”, afirmó sobre su aparente posición desechable en la familia. Sin embargo, sostiene que al principio lo aceptó. “No me ofendí, no sentí nada al respecto, nada de eso”, escribió, reconociendo su vida increíblemente privilegiada. “Todos los niños y niñas, al menos una vez, se imaginan ser príncipes o princesas. Por lo tanto, repuesto o no repuesto, no estaba nada mal serlo de verdad”, reconoció.