Corea del Norte ha lanzado un misil balístico hacia el mar de China Oriental, informa una agencia surcoreana. Se mencionó que militares surcoreanos detectaron el lanzamiento, sin embargo al parecer fue infructuoso, ya que el misil voló 250 kilómetros.
La última vez que Pionyang lanzó misiles balísticos de corto alcance al mar de China Oriental fue el 30 de mayo.
Los medios japoneses informaron que el proyectil norcoreano cayó fuera de la zona económica exclusiva de Japón.
El lanzamiento informado por parte del Norte también se produjo horas después de que Corea del Sur dijera que Corea del Norte hizo flotar enormes globos que probablemente transportaban basura a través de la frontera por segundo día consecutivo.
Las tensiones aumentaron recientemente con el envío de globos, desde el Sur hacia la RPDC, que llevaban dólares estadounidenses en billetes, memorias USB con música surcoreana al estilo K-pop y folletos adversos a las políticas del gobernante Partido del Trabajo de Corea, a lo que el vecino norteño respondió con varias tandas de globos portadores de basura enfilados hacia territorio surcoreano.
Corea del Norte posiblemente realizó esta prueba en protestas por el reciente despliegue regional de un portaaviones estadounidense para un ejercicio militar trilateral con Corea del Sur y Japón.
El viceministro de Defensa de Corea del Norte, Kim Kang II, calificó el despliegue del portaaviones estadounidense como imprudente y peligroso. Corea del Norte ha convocado anteriormente a importantes simulacros de invasión entre Estados Unidos y Corea del Sur y reaccionó con pruebas de misiles.
El próximo entrenamiento entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón tiene como objetivo fortalecer las capacidades de respuesta de los tres países contra las cambiantes amenazas nucleares de Corea del Norte en un momento en que el Norte está avanzando en sus asociaciones militares con Rusia.
Durante una cumbre en Pyongyang la semana pasada, el líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente ruso Vladimir Putin firmaron un acuerdo que exige que cada país proporcione ayuda si es atacado y prometió impulsar otras cooperaciones. Los observadores dicen que el acuerdo representa la conexión más fuerte entre los dos países desde el final de la Guerra Fría.