Al menos ocho personas han muerto y diez resultaron heridas tras un tiroteo en el pueblo de Dubona, en la región de Mladenovac, al sur de Belgrado, mientras que las autoridades aún no han detenido al presunto autor, según informan los medios del país.
Un hombre de 21 años sería el presunto autor de un tiroteo que se inició después de una discusión con un agente de policía. Según informa el diario Vecherne Novosti, tras la reyerta el joven fue a su casa a por un rifle automático y disparó contra varias personas.
Entre los fallecidos estaría el agente de la Policía con el que discutió y su hermana. Los servicios de emergencia están atendiendo a los heridos, por lo menos 13. Según recoge el diario Blic, entre ellos hay un joven de 15 años.
Las autoridades han cortado las carreteras de acceso al pueblo y, según el citado diario, han localizado al presunto asesino, aunque aún no se habría producido el arresto. Hay desplegado también al menos un helicóptero que sobrevuela la zona, y se están realizando operaciones policiales en el municipio cercano de Sepsin.
Dos de los niños heridos el miércoles en un tiroteo en un colegio serbio, en el que fallecieron nueve personas, siguen muy graves, mientras que se ha confirmado que el presunto autor, alumno del centro, aún no ha cumplido los 14 años, la edad mínima de responsabilidad penal en Serbia.
Una niña, que sufrió heridas en la cabeza y fue operada ayer, está en peligro de muerte, según fuentes médicas del hospital Tirsova de la capital serbia.
Otro menor, con heridas en el tórax, el cuello y la columna vertebral, “pasó ayer todo el día en la sala de operaciones, fue sometido a dos intervenciones” y muestra señales de mejora, aunque sigue en estado crítico, declaró el director del Centro Clínico Universitario, Milika Asanin.
Otros cinco heridos, cuatro niños y una profesora de Historia, se encuentran estables.
El Gobierno ha declarado tres días de luto a partir del viernes por esta masacre.
Cientos de personas, jóvenes y adultos, han desfilado en silencio cerca del colegio en el centro de Belgrado donde ocurrió la tragedia para colocar flores y encender velas en recuerdo de las víctimas.