Unos 155 agentes de policía resultaron heridos en enfrentamientos con aficionados del Dynamo Berlín y del Energie Cottbus durante el fin de semana, la mayoría de ellos por el uso de sus propios gases lacrimógenos dio a conocer el departamento de policía. La policía de Berlín dijo que 116 agentes sufrieron heridas por el uso de gases lacrimógenos, 28 por agresiones y 11 tras ser alcanzados por pirotecnia disparada por aficionados después del partido de cuarta división en el campo del Dynamo.
“Lo condeno absolutamente”, dijo la senadora de Deportes de Berlín, Iris Spranger. “El club tiene que decirnos ahora qué quiere hacer con su afición. Este es el dinero de los contribuyentes que tuvimos que gastar, con 1.000 agentes de policía para la seguridad”.
La seguridad en los partidos de fútbol es una prioridad para la policía, ya que Alemania será sede del Campeonato Europeo para 24 selecciones nacionales este verano. La policía se ha estado entrenando para posibles problemas en los partidos.
“Esta violencia destruye el deporte”, dijo la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, en X.
Estalló cuando los rivales se enfrentaron en el campo del Dynamo en el este de Berlín para un partido en el que ambos estaban en juego el ascenso.
Ambos clubes son conocidos por tener un elemento de extrema derecha entre sus aficionados.
La policía dijo que los problemas surgieron cuando los seguidores del Dynamo dispararon pirotecnia contra los aficionados visitantes y quemaron bufandas de Cottbus, lo que obligó a detener el partido durante unos 15 minutos.
La policía dijo que impidieron que la situación empeorara cuando se reanudó el juego, pero que los grupos rivales se cubrieron la cara y se dispararon pirotecnia entre sí después del partido, cuando los fanáticos de Cottbus quemaron parafernalia del Dynamo a cambio.
Los grupos rivales hicieron varios intentos de atravesar las líneas policiales para encontrarse, lo que obligó a la policía a utilizar gases lacrimógenos.
“También se desplegaron perros policía y dos aficionados locales fueron mordidos y heridos”, dijo la policía en un comunicado.
Los disturbios continuaron lejos del suelo, donde algunos fanáticos arrojaron botellas a la policía e intentaron aflojar pequeños adoquines para arrojarlos. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
La policía presentó un total de 62 cargos penales, entre ellos por alteraciones del orden público, ataques a agentes encargados de hacer cumplir la ley, resistencia, agresiones físicas, liberación de presos e insultos. Unas 74 personas fueron detenidas y posteriormente liberadas.