El ejército gobernante de Myanmar planea llamar a los jóvenes para el servicio obligatorio a partir de abril y también exigir que el personal de seguridad retirado preste servicio, según informes de los medios citaron a un portavoz de la junta, mientras el ejército lucha por aplastar una insurgencia contra la junta.
El país del sudeste asiático ha estado sumido en la agitación desde que los militares tomaron el poder de un gobierno electo en un golpe de estado en 2021 y los planes de la junta de convocar a más personas para luchar apuntan a que los militares están bajo una presión cada vez mayor.
El sábado pasado, la junta de Myanmar declaró que se aplicaría una ley que regularía el servicio militar obligatorio para hombres de 18 a 35 años y mujeres de 18 a 27 años durante un máximo de dos años. El martes, dijo que esto comenzaría en abril.
“Estamos trabajando para implementar el servicio militar obligatorio después de las vacaciones de Año Nuevo en abril”, dijo a la BBC el portavoz de la junta, Zaw Min Tun, en referencia a la festividad más importante de Myanmar, conocida como Thingyan. Dijo que se realizarán controles médicos y que cada ingreso ascenderá a unos 5.000.
Zaw Min Tun no respondió a una llamada telefónica en busca de comentarios, pero el medio estatal MRTV también lo citó diciendo que los miembros retirados de las fuerzas de seguridad que se habían ido en los últimos cinco años también tendrían que regresar al ejército.
No especificó cuántos serían convocados ni el momento, pero dijo que solo incluiría a aquellos que fueran necesarios.
La junta no ha revelado detalles sobre la fuerza del ejército, pero analistas y un diplomático en el sudeste asiático han dicho que enfrenta desafíos en el reclutamiento de soldados y ha recurrido al despliegue de personal no combatiente en la línea del frente.
Desde octubre, el Tatmadaw, como se conoce al ejército, ha sufrido pérdidas de personal mientras luchaba contra una ofensiva coordinada de una alianza de tres grupos insurgentes de minorías étnicas, aliados con combatientes prodemocracia.
Los planes para convocar a más ciudadanos comunes y corrientes están brindando un impulso adicional para que algunos consideren huir del país devastado por el conflicto, según muestran informes de los medios y publicaciones en las redes sociales.