El presidente estadounidense, Joe Biden, y su antecesor y posible rival en las elecciones de noviembre, Donald Trump, viajaron este jueves a la frontera sur de Estados Unidos, señalando la migración como el eje central de sus respectivas campañas.
La visita de los dos políticos también dejó en evidencia cómo el discurso antiinmigración del partido republicano y del expresidente Trump ha forzado a los demócratas a adoptar posturas más restrictivas.
Durante su discurso en la ciudad de Brownsville, que limita con Matamoros (México), Biden insistió en la necesidad de aprobar un polémico proyecto de ley bipartidista que incluía restricciones al derecho al asilo en la frontera a cambio del apoyo republicano para seguir financiando a Ucrania e Israel en su defensa frente a Rusia y el grupo islamista palestino Hamás.
“Esto es lo que le digo al señor Trump: únase a mí o me uno yo a usted para que digamos al Congreso que apruebe el proyecto bipartidista de seguridad fronteriza”, señaló el mandatario tras haberse reunido con miembros de la Patrulla Fronteriza y autoridades migratorias.
A unos 500 kilómetros de distancia, en la ciudad de Eagle Pass, que limita con Piedra Negras (México), Trump criticó directamente a Biden y a sus políticas migratorias, acusándole de tener una frontera abierta a pesar de que el demócrata a impuestos fuertes restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera.
El exmandatario republicano reiteró sus habituales comentarios xenófobos sobre los inmigrantes, asegurando que son terroristas y que llegan desde cárceles e instituciones mentales.
“Se está permitiendo que entren en nuestro país. Y eso es horrible”, dijo Trump tachando a Biden de ser probablemente el presidente más incompetente de la historia estadounidense e intentando vincular el aumento de los cruces en la frontera con el crimen en el país.
Durante el año fiscal 2023 se registraron más de 2,4 millones de detenciones de migrantes en la linde con México, una cifra récord.
Anteriormente, Trump había prometido esta semana en su red social, Truth Social, que si es reelegido llevará a cabo la mayor deportación de criminales ilegales en la historia de Estados Unidos, y en esta ocasión advirtió además de las complicaciones que plantea la llegada de esa supuesta invasión migrante.
“No tenemos a nadie que hable sus idiomas. Están llegando a nuestro país y trayendo tremendos problemas, incluyendo problemas médicos”, insistió.
Biden subrayó a su vez la necesidad de alcanzar un pacto migratorio aludiendo a la falta de recursos que sufren actualmente quienes trabajan sobre el terreno: “Necesitan más agentes, más oficiales, más jueces, más equipo para asegurar nuestra frontera”, apuntó.