El presidente estadounidense, Joe Biden, afronta este jueves su discurso sobre el estado de la Unión más complejo, en pleno año electoral, con el que buscará convencer a los potenciales votantes de por qué apostar por él en las presidenciales de noviembre, en su momento más bajo de popularidad.
Tras el supermartes de ayer, cuando quince estados celebraron elecciones primarias, Biden suma 1.568 de los 1.968 delegados con los que se garantizará la nominación, por lo que en los próximos días el presidente confirmará matemáticamente que optará a la reelección el 5 de noviembre.
Lastrada por los 81 años del presidente, la popularidad de Biden se encuentra en sus horas más bajas. Según una encuesta publicada hace unos días el presidente está cuatro puntos por detrás de su probable oponente republicano, el expresidente Donald Trump.
El republicano está también muy cerca de lograr los delegados necesarios para la nominación de su partido y este miércoles se quedó además sin rival, después de que la exembajadora de EE. UU. ante la ONU, Nikki Haley, anunciara su retirada ante sus catastróficos resultados del supermartes.
En opinión del director de comunicaciones de la campaña de Biden, Michael Tyler, las encuestas están en desacuerdo con la forma en que votan los estadounidenses y sobreestiman constantemente a Donald Trump mientras subestiman al presidente Biden, afirmó en un comunicado.
Biden sigue teniendo que hacer frente a las malas proyecciones, así como a las críticas cada vez mayores de gran parte de su electorado por el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel.
Unas críticas que se manifiestan en las frecuentes interrupciones cuando participa en actos públicos por parte de activistas, pero también en las urnas.
El estado de la Unión es el discurso anual de más alto perfil del presidente y es televisado y seguido por millones de ciudadanos. Tendrá lugar a las 21.00 de este jueves. Conscientes de ello, los políticos invitan al Congreso a personalidades simbólicas.