En lo que se ha catalogado como una declaración fuera de contexto, el papa Francisco dijo que en la guerra de Ucrania se debería tener “el coraje de la bandera blanca” y “negociar”, que es una “palabra valiente”, para lograr el final del conflicto.
Ello lo expuso en una entrevista a la Radio Televisión Suiza, y de acuerdo con lo que manifestó el Sumo Pontífice, ello sería una petición de rendición ante la Rusia de Vladimir Putin.
“Creo que es más fuerte quien ve la situación, quien piensa en el pueblo, quien tiene el valor de la bandera blanca, de negociar. Y hoy se puede negociar con la ayuda de las potencias internacionales. La palabra negociar es una palabra valiente”, dijo el pontífice recogiendo la expresión “bandera blanca” usada previamente por el entrevistador.
“Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van, debes tener el valor de negociar”, añadió el pontífice.
De inmediato se dio la respuesta por parte del gobierno de Ucrania, que afirmó este domingo que nunca se rendirá ante Rusia y criticó las declaraciones de Francisco.
“Nuestra bandera es amarilla y azul. Esta es la bandera por la que vivimos, moriremos y triunfaremos. Nunca levantaremos otras banderas”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, en un mensaje en la red social X.
“En lo que respecta a la bandera blanca, conocemos la estrategia del Vaticano en la primera parte del siglo XX. Les pido que eviten repetir los errores del pasado y que apoyen a Ucrania y a su pueblo en su lucha por la vida”, añadió, refiriéndose claramente a la connivencia entre el Vaticano y la Alemania nazi.
No obstante, Kuleba dijo esperar que el pontífice argentino “encuentre la ocasión de realizar una visita canónica a Ucrania”.
En la entrevista emitida el sábado, Francisco fue cuestionado sobre las posibilidades de resolver el conflicto en Ucrania y pidió que no se tenga “vergüenza de negociar antes de que las cosas empeoren”.
El primado de la Iglesia greco-católica ucraniana, que oficialmente cuenta con más de 5 millones de miembros en Ucrania, también reaccionó, aunque sin mencionar claramente al pontífice.
“¡Ucrania está herida, pero no sometida! (…) Créanme, nadie piensa en rendirse, incluso allí donde tienen lugar actualmente los combates. Escuchen a nuestra gente en las regiones de Jersón, Zaporiyia, Odesa, Járkov, Sumy”, declaró el sábado Sviatoslav Shevchuk durante una misa en Nueva York, donde se encontraba de viaje.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, aclaró que el Papa apoyaba un cese de las hostilidades y una tregua lograda con el coraje de las negociaciones, en lugar de una rendición abierta de Ucrania. Bruni dijo que el periodista que entrevistó a Francisco utilizó el término bandera blanca en la pregunta que provocó las controvertidas declaraciones.
Kiev se mantiene firme en no entablar conversaciones de paz directamente con Rusia, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha dicho varias veces que la iniciativa en las negociaciones de paz debe provenir del país que ha sido invadido.
A lo largo de la guerra, Francisco ha tratado de mantener la tradicional neutralidad diplomática del Vaticano, pero eso a menudo ha ido acompañado de una aparente simpatía por las razones rusas para invadir Ucrania, como cuando señaló que la OTAN estaba “ladrando a la puerta de Rusia” con su expansión hacia el este.
En la entrevista de RSI, Francisco insistió en que las negociaciones nunca son una rendición.
Durante la oración del Ángelus del domingo desde la ventana que da a la Plaza de San Pedro, Francisco dijo que estaba orando “por la paz en la atormentada Ucrania y en Tierra Santa”.