María Isabel Cruz, subcoordinadora de Percepción Remota de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), comentó que la época invernal sigue vigente y se espera que enero tenga mayor incidencia de bajas temperaturas que diciembre y noviembre. Dicha situación provoca en zonas rurales y boscosas una alta cantidad de material combustible que desembocará en una factible fuerte temporada de incendios.
En el caso de Querétaro y sus entidades vecinas, al ser una región semiárida, se correrá riesgo de que los incendios no urbanos sea alta por el contraste de fríos y altas temperaturas para la entrada de la primavera.
La mayor parte del territorio queretano se encuentra en un nivel de riesgo medio y alto de presentar un incendio forestal. La zona rural que rodea a la capital se considera con riesgo alto; de igual manera, la zona semidesértica presenta alta probabilidad para los incendios, de acuerdo con el mapa de Peligro Meteorológico para Incendios, realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La subcoordinadora mencionó que hace falta mayor cultura del fuego en las zonas rurales y las quemas agrícolas requieren siempre estar asesoradas, porque en muchas ocasiones se salen de control de los ejidatarios y acaban provocando incendios.