Una nueva ola de tormentas inundó California el 14 de enero, provocando inundaciones y cortes de electricidad, informa Associated Press.
Las autoridades emitieron avisos de inundación para la región. Cerca de 25 millones de personas viven en el área donde hay riesgo de inundaciones este fin de semana, reporta CNN. Desde finales de diciembre, cuando otra ola las tormentas azotó el estado, se han contabilizado como mínimo 19 muertes.
El gobernador del estado, Gavin Newsom, advirtió a los californianos que todavía no están a salvo: “No se ha terminado”, dijo este sábado tras visitar a los habitantes afectados por las tormentas.
Newsom instó a los residentes a permanecer vigilantes y a continuar aplicando “el sentido común en el transcurso de las siguientes 24 a 48 horas”.
Cerca de 26 millones de californianos permanecen bajo alerta de inundación, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), y decenas de miles tienen orden de evacuar.
Aproximadamente 20.000 hogares sin electricidad, según el portal poweroutage.us.
En la región de Salinas, una ciudad de 160.000 habitantes al sur de San Francisco, donde el río homónimo se desbordó, la inundación afectó los rincones agrícolas del valle pero no golpeó a las zonas urbanas
Bajo un cielo plomizo y lluvias intermitentes, el agua se salió de su cauce en algunos lugares, inundando cientos de metros de campos.
En Spreckels, una pequeña comunidad cercana al río, la mayoría de residentes optó por no evacuar a pesar de la advertencia de las autoridades.
En una de las zonas, dos tractores armados con equipos de bombeo devolvían hacia el río el agua estancada acumulada por las lluvias de los últimos días, para evitar que el suelo se anegara por completo.
Una serie de tormentas ha azotado a California en las últimas semanas. Las breves interrupciones apenas dan tiempo a las autoridades para limpiar los escombros o restablecer la electricidad.
Según los meteorólogos, la oleada de clima extremo no ha terminado.
Se espera que hoy lunes regrese un nuevo “río atmosférico”, es decir una franja de humedad que transporta grandes cantidades de agua de los trópicos. El NWS advierte que traerá “nuevas olas de precipitaciones extremas”.
En la montaña, este fenómeno se traduce en fuertes nevadas, con más de un metro previsto durante el fin de semana en Sierra Nevada, por lo que las autoridades advierten sobre el riesgo de aludes y desaconsejan cualquier desplazamiento.
Imágenes difundidas por las autoridades de una importante autopista en la región del lago Tahoe muestran decenas de automóviles detenidos en medio de una tormenta de nieve el sábado por la mañana.
Al menos 19 personas han muerto desde el inicio de esta serie de eventos climáticos. Se han encontrado conductores atrapados en sus vehículos por las olas, personas lastimadas tras la caída de árboles, una pareja murió por un deslizamiento de tierra y cuerpos han sido arrastrados por las inundaciones.