La Presa del Palote es en la actualidad un paraje yermo, ya que donde hubo agua durante años, hoy solamente hay lodo, tierra y polvareda.
Los lugareños esperan las lluvias para ver si ello permite el rescate de la presa.
Adentrarse a la presa, que se encuentra completamente seca, es caminar entre la tierra y el lodo, y sentir el viento.
Hay quienes mejor se desplazan en su bicicleta, con el fin de cortar camino y llegar más rápido a otro punto del parque. La Hacienda en ruinas se ha convertido en un nuevo atractivo. Muchas personas han decidido acercarse al lugar que, durante años, solamente vieron a lo lejos, inundado.
De igual forma, muchos árboles cerca de la Presa del Palote lucen secos. Un lodazal alrededor de la presa es lo poco que queda antes de estar completamente seca. Los pescadores se han alejado del lugar.
La esperanza es una temporada de lluvias intensa. De momento, solo queda observar el erial, el páramo, en el que se ha convertido el Palote.