Reporteros sin Fronteras dijo que a uno de sus representantes se le negó la entrada a Hong Kong, calificándolo de una nueva disminución de las libertades de prensa en la ciudad.
Según el grupo, su empleada con sede en Taipéi, Aleksandra Bielakowska, fue detenida en el aeropuerto de Hong Kong por agentes de inmigración ese mismo día. Fue detenida, interrogada y sus pertenencias registradas tres veces antes de que se le negara la entrada a Hong Kong, dijo el grupo, también conocido por su acrónimo francés RSF.
“Esta acción de las autoridades de Hong Kong, sin precedentes para RSF, marca un nuevo deterioro del ya de por sí pobre clima de libertad de prensa en el territorio”, afirmó RSF en un comunicado.
Bielakowska se reuniría con periodistas y asistiría a una audiencia en el juicio de Jimmy Lai, el magnate de los medios y fundador del ahora desaparecido periódico Apple Daily, que actualmente enfrenta cargos de seguridad nacional.
El Departamento de Inmigración no hizo comentarios de inmediato cuando fue contactado fuera del horario comercial.
Rebecca Vincent, directora de campañas de RSF, dijo que el grupo nunca había experimentado esfuerzos tan descarados por parte de las autoridades para evadir el escrutinio de los procedimientos judiciales en ningún país.
En Hong Kong se está llevando a cabo una importante represión contra la disidencia desde las masivas protestas antigubernamentales de 2019.
Después de que Beijing impusiera una nueva ley de seguridad nacional en la ciudad, decenas de activistas a favor de la democracia han sido arrestados y acusados. Además, se han revisado las leyes electorales para garantizar que únicamente los patriotas leales a Beijing puedan postularse para cargos públicos.
La policía también congeló activos y allanó las redacciones de medios de comunicación a favor de la democracia, obligándolos finalmente a cesar sus operaciones. En marzo, los legisladores de Hong Kong aprobaron el proyecto de ley de seguridad del Artículo 23, que incluye penas máximas de cadena perpetua para delitos como traición e insurrección.
Hong Kong, que alguna vez fue considerado un bastión de la libertad de prensa en Asia, desde entonces ha caído en picado en las clasificaciones de libertad de prensa. La ciudad semiautónoma ocupa actualmente el puesto 140 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF. En 2002, Hong Kong ocupaba el puesto 18.