Los trabajadores siderúrgicos de la mayor planta de producción de acero de Gran Bretaña votaron a favor de la huelga por primera vez en unos 40 años para protestar por la pérdida prevista de 2.800 puestos de trabajo por parte del propietario indio Tata Steel, dijeron funcionarios sindicales.
El sindicato Unite dijo que 1.500 de sus miembros en la planta del sur de Gales y en la cercana planta procesadora más pequeña de Newport Llanwern respaldaron la huelga.
En enero, Tata dijo que cerraría ambos altos hornos en Port Talbot como parte de sus planes para hacer que su operación no rentable en el Reino Unido sea más eficiente y ecológica, reemplazándolos con hornos de arco eléctrico más respetuosos con el medio ambiente.
Unite dijo que Tata tiene otras opciones después de que el sindicato consiguió el compromiso de la principal oposición del Partido Laborista de invertir 3.000 millones de libras (3.800 millones de dólares) en acero del Reino Unido, en comparación con los 500 millones de libras prometidos por el actual gobierno conservador. Esto potencialmente importa, ya que los laboristas están muy por delante de los conservadores en las encuestas de opinión antes de las elecciones generales que se espera que tengan lugar en otoño.
“En el Reino Unido, los planes de Tata y los del gobierno reflejan el pensamiento a corto plazo de un gobierno desinteresado y desanimado que espera tiempo para una elección general”, dijo la secretaria general de Unite, Sharon Graham.
Dijo que la votación a favor de la huelga se produjo a pesar de las amenazas de Tata de que se retirarían los paquetes de despido mejorados si los trabajadores se declaraban en huelga.
Tata ha dicho que sus planes de pasar de los altos hornos de carbón a un horno de arco eléctrico, que produce acero a partir de chatarra, necesita menos trabajadores y que a mediados del próximo año se eliminarán 2.500 puestos de trabajo, con otros 300 a más largo plazo. Ambos altos hornos cerrarán este año y el nuevo horno eléctrico se instalará en 2027.
Tata dijo después de la votación que su plan sigue vigente. “Nuestra ambición sigue siendo avanzar al ritmo de una transición justa y convertirnos en el centro de un futuro ecosistema industrial verde y sostenible en el Reino Unido”, dijo un portavoz de la empresa.
La noticia del cierre de los altos hornos es un duro golpe para Port Talbot, una ciudad de unos 35.000 habitantes cuya economía se ha basado en la industria del acero desde principios del siglo XX. Se espera que, si se lleva a cabo la reestructuración, la planta empleará a menos de 1.000 personas.