Los talibanes han suspendido las actividades de dos estaciones de televisión en Afganistán, alegando que no consideraron los valores nacionales e islámicos.
Un funcionario de la Comisión de Violaciones de los Medios del Ministerio de Información, Hafizullah Barakzai, dijo que un tribunal investigará los archivos de las dos estaciones con sede en Kabul. Noor TV y Barya TV no pueden operar hasta que el tribunal dicte su veredicto.
“A pesar de las repetidas advertencias y recomendaciones, Noor TV y Barya TV no siguieron los principios periodísticos, no consideraron los valores nacionales e islámicos”, dijo Barakzai. No dio más detalles sobre las supuestas violaciones.
No hubo comentarios inmediatos de las dos emisoras. Noor TV, que comenzó a transmitir en 2007, cuenta con el respaldo del exministro de Asuntos Exteriores del país y líder del partido Jamiat-e-Islami, Salahuddin Rabbani.
Barya TV comenzó a operar en 2019 y es propiedad de Gulbuddin Hekmatyar, ex primer ministro y líder señor de la guerra del partido Hizb-e-Islami que todavía tiene su base en Kabul.
El Centro de Periodistas de Afganistán calificó las suspensiones como un acto ilegal por parte del gobierno controlado por los talibanes. También dijo que las suspensiones eran otro paso hacia mayores restricciones a los medios en el país.
En su informe anual de 2023, el centro dijo que documentó al menos 168 casos de violaciones de los derechos de los periodistas, incluida una muerte y 61 arrestos.
Aunque las cifras reflejan una disminución en comparación con 2022, cuando el centro registró 260 incidentes, el centro señaló que ocho medios de comunicación fueron prohibidos en 2023. A cinco se les prohibió temporalmente operar, mientras que tres permanecieron prohibidos por completo.
A pesar de prometer un gobierno más moderado, los talibanes han impuesto su interpretación de la ley islámica, o Shariah, en muchos aspectos de la vida diaria.
Muchos periodistas perdieron sus trabajos después de la toma de poder de los talibanes en 2021, y los medios de comunicación cerraron por falta de fondos o porque su personal abandonó el país. Las mujeres periodistas enfrentan dificultades adicionales debido a las prohibiciones laborales y las restricciones de viaje.