Las incautaciones de drogas se dispararon en la región del Sahel de África occidental, según cifras publicadas en un nuevo informe de la ONU, lo que indica que la región asolada por el conflicto se está convirtiendo en una ruta influyente para el tráfico de drogas.
La cocaína es la droga más incautada en el Sahel después de la resina de cannabis, según el informe. El análisis se produce mientras Senegal, que limita con el Sahel, anunció el domingo una incautación récord de cocaína de 1.137 kilogramos –la mayor cantidad jamás interceptada en tierra y valorada en 146 millones de dólares– cerca de una mina artesanal en el este del país.
Incidentes como este son cada vez más comunes en la región: en un incidente ocurrido en diciembre del año pasado, la marina senegalesa incautó un total de 3 toneladas de cocaína en el mar.
La ubicación del Sahel, al sur del desierto del Sahara y desde el Atlántico hasta el Océano Arábigo, lo convierte en un punto de tránsito natural para la creciente cantidad de cocaína producida en América del Sur y destinada a Europa.
El informe dice que el tráfico de drogas proporciona recursos financieros a grupos armados en el Sahel, donde han florecido redes extremistas islámicas mientras la región lucha contra una reciente serie de golpes de estado.
El aumento de las redes de tráfico en la región se está extendiendo a los mercados locales y provocando un mayor consumo de drogas, dijo Lucia Bird, directora del observatorio de economías ilícitas de África Occidental de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
Otra tendencia importante en la región es el intercambio directo de hachís marroquí por cocaína sudamericana a través de África occidental, afirmó Bird.
La corrupción y el lavado de dinero son los principales facilitadores del tráfico de drogas y recientes incautaciones y arrestos revelaron que la élite política, los líderes comunitarios y los líderes de grupos armados facilitan el tráfico de drogas en el Sahel, añadió el informe de la ONU.