Tropas filipinas mataron al líder de un pequeño grupo rebelde musulmán y a once de sus hombres, a quienes se culpa de atentados con bombas y extorsión en el pasado, en un enfrentamiento en el sur del país, dijeron funcionarios militares.
Siete soldados resultaron heridos en el tiroteo que duró una hora, contra presuntos miembros de los Combatientes por la Libertad Islámica de Bangsamoro en un interior pantanoso en la ciudad de Datu Saudi Ampatuan en la provincia de Maguindanao del Sur, dijo el general José Vladimir Cagara.
Cagara dijo que un comandante clave del grupo rebelde, Mohiden Animbang, que usaba el nombre de guerra Karialan, fue asesinado, junto con su hermano, Saga Animbang y otros 10 presuntos militantes. Alrededor de una docena de sus armas de fuego fueron recuperadas del lugar de la batalla.
“Este grupo es conocido desde hace mucho tiempo por sus atentados con bombas, sus ataques a puestos avanzados del ejército y la policía y su extorsión a las empresas de autobuses. Finalmente los alcanzamos”, dijo por teléfono el teniente coronel Dennis Almorato, portavoz regional del ejército.
Oficiales del ejército intentaron convencer al grupo de Animbang de que se rindiera, pero este decidió seguir luchando contra el gobierno, dijo Almorato.
Los Combatientes por la Libertad Islámica de Bangsamoro se encuentran entre los pocos grupos armados que aún libran un levantamiento separatista en el sur de Filipinas, patria de la minoría musulmana en esta nación mayoritariamente católica.
El ejército está luchando por separado contra una insurgencia comunista que lleva décadas, debilitada por reveses en batalla, luchas internas y rendiciones.