Con gran trabajo defensivo, Filadelfia ganó su pase al Super Bowl LVII al derrotar en casa a San Francisco 31-7.
Se sabía que el desempeño de ambas defensivas iba a ser clave para llevar al triunfo a su respectivo equipo, pero Eagles ganó la partida a 49ers de manera dominante y ahora los emplumados jugarán el cuarto Super Bowl de su historia.
Apenas en la sexta jugada de su primer drive, Brock Purdy, quarterback de los gambusinos, salió del encuentro por una lesión en el brazo derecho luego de que el defensivo Haason Reddick lo golpeó.
Josh Johnson tuvo que entrar en su lugar, pero casi como en una copia de la misma jugada, tuvo que irse a los vestidores por una tacleada de Ndamukong Suh al inicio se la segunda mitad que trajo de vuelta al emparrillado a Purdy, pero claramente diezmado.
Aunado a eso, la defensiva de Eagles limitó a 49ers a 11 primeros y diez, a 3.6 yardas por jugada. Los gambusinos sólo pudieron convertir dos veces de ocho en tercera oportunidad y apenas en dos ocasiones cruzaron más allá de la yardas 50. En general, San Francisco cometió 11 castigos y en el tema del tiempo de posesión de balón no hubo comparación, mientras que los locales totalizaron 36:51 minutos, los de la Bahía apenas 22:34.
En contra parte, la defensiva de los 49ers hizo poco para detener a Filadelfia que totalizó 25 primeros y diez y convirtió las tres oportunidades que tuvo en cuarta oportunidad.
Miles Sanders registró dos acarreos de anotación, Jalen Hurts y Boston Scott, sumaron una más cada uno.
Tanta fue la paliza que en la parte final del juego Hurts salió del emparrillado para evitar alguna lesión.
Filadelgia jugará el cuarto Super Bowl de su historia luego de las ediciones XV, XXXIX, LII. En las dos primeras salió con la derrota, mientras que en la tercera ganó, en parte, con aquella ivolvidable Philly Special para superar a los Patriots de Nueva Inglaterra de Tom Brady.