El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó este sábado que unos 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes en Haití necesitarán ayuda humanitaria inmediata este 2023 debido a la violenta crisis que azota a ese país.
“La asistencia humanitaria a los niños, niñas, adolescentes y sus familias, uno de los pocos salvavidas que les quedan a los niños, niñas y adolescentes en Haití, es un ‘tope’ que impide que el país entre en una espiral de disturbios sociales, inseguridad, inestabilidad y más pobreza”, dijo el director para América Latina y el Caribe de Unicef, Garry Conille, durante una visita al país esta semana.
El número de menores haitianos que necesitan asistencia humanitaria aumentó “medio millón” en los dos últimos años debido a que el incremento de la violencia armada, el brote de cólera, la inseguridad alimentaria y la inflación les restringieron el acceso a los servicios básicos, según Unicef.
“Esta es una de las épocas más difíciles para ser niño, niña o adolescente en Haití desde el terremoto de 2010, y la situación empeora día a día”, señaló Conille.
Y agregó que “con un acceso limitado a agua potable, alimentos asequibles, atención sanitaria básica y protección, los niños, niñas, adolescentes y sus familias están llegando a un punto crítico”.
Unicef advirtió que la crisis en Haití está afectando a la protección y educación de los menores, ya que la mayoría de las escuelas estuvieron cerradas durante siete meses en 2022 y comenzaron a reabrir en octubre pasado y que alrededor de 1,2 millones de menores están amenazados por la violencia en Puerto Príncipe.
Al igual que el brote de cólera, que se ha cobrado más de 500 muertes desde que fue declarado en octubre pasado, también está perjudicando a los infantes dado que los menores de 10 años representan uno de cada tres casos confirmados, según la agencia de la ONU.
Unicef hizo un llamado a la comunidad internacional para que se aumente “urgentemente” la financiación a la respuesta humanitaria en Haití.
El Fondo está buscando 210 millones de dólares para sus operaciones en Haití en 2023, más del doble de lo que solicitó el año pasado, debido a la creciente necesidad de proporcionar servicios a los niños, destacó Conille.
También está tratando de abordar la violencia de género y la violencia hacia los niños en los hogares haitianos, donde el castigo corporal sigue siendo común.
Haití lleva años inmerso en la crisis y la violencia, una situación que se agravó tras el magnicidio en julio de 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse a cargo de supuestos mercenarios, la mayoría colombianos, que irrumpieron en su residencia privada.