El gobierno en la India ha impedido que los inmigrantes musulmanes obtengan la ciudadanía, además de revocar la semiautonomía de la única región musulmana y construir un templo hindú sobre una mezquita que fue arrasada, son algunos de los triunfos políticos del Primer Ministro Narendra Modi durante la última década, puliendo su reputación como líder que prioriza los intereses de la mayoría hindú de la India. Para los 200 millones de musulmanes de la India, ponen de relieve su menguante poder político en la democracia más grande del mundo.
Las tensiones entre hindúes y musulmanes en la India no son nuevas, pero han empeorado bajo el gobierno de Modi, cuyo gobernante Partido Bharatiya Janata promociona una ideología nacionalista hindú. Y con Modi aparentemente en la cúspide de un tercer mandato de cinco años, el panorama para los políticos musulmanes es sombrío. La votación de este año se decidirá en junio.
India ha pasado de ser un país donde los musulmanes estaban en gran medida marginados a uno donde están activamente excluidos, dijo Ali Khan Mahmudabad, politólogo e historiador de la Universidad Ashoka de Nueva Delhi.
“Sin representación, no se pueden pedir recursos al Estado y articular el tipo de necesidades que tiene la comunidad para progresar, ya sea educación, empleo, salud o infraestructura básica”, dijo Ahmedabad.
Nueve de cada 10 miembros del parlamento son hindúes, que representan el 80% de la población de 1.400 millones de la India.
Durante la década de Modi en el poder, el BJP ha promulgado o propuesto varias leyes que los líderes musulmanes consideran discriminatorias. Como restringir el matrimonio interreligioso, prohibió a las niñas usar hiyabs en la escuela.
La violencia contra los musulmanes es algo común y Modi ha dicho poco para disuadirla. Musulmanes han sido linchados por turbas hindúes por acusaciones de comer carne de res o contrabando de vacas, un animal considerado sagrado para los hindúes. Sus casas y negocios han sido derribados y sus lugares de culto incendiados.
En recientes mítines de campaña, Modi ha dicho que los musulmanes son infiltrados y que tienen demasiados hijos. Sin pruebas, acusó al principal rival del BJP, el Partido del Congreso, de planear redistribuir la riqueza de los hindúes a los musulmanes.
Ninguno de los 28 estados de la India tiene un musulmán como primer ministro; El BJP y sus aliados tienen ministros principales en 19 estados.