La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el COVID-19 sigue constituyendo una “emergencia de salud pública de importancia internacional”, la máxima forma de alerta que contempla esta entidad. Según señaló en un comunicado, la pandemia se encuentra en un “punto de transición”, que sigue precisando de una gestión cuidadosa para “mitigar las posibles consecuencias negativas”.
Esta declaración del organismo tuvo lugar tras un encuentro encabezado por el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Al entrar en el cuarto año de esta pandemia, no hay duda de que estamos en una situación mucho mejor ahora que hace 365 días, cuando la ola de la variante Ómicron estaba en su apogeo”, detalló.
No obstante, los expertos de la OMS aclararon que, desde principios del mes de diciembre, “las muertes reportadas semanalmente han ido en aumento y en las últimas ocho semanas más de 170.000 personas en el mundo han perdido la vida a causa del SARS-CoV-2 .
De acuerdo al comunicado, “la llegada de vacunas y tratamientos ha cambiado considerablemente la situación de la pandemia desde 2020, y el director general de la OMS ha detallado que espera ver el final de la emergencia en este 2023, sobre todo si se puede mejorar el acceso a las contramedidas a nivel mundial”.
Días atrás, los asesores del comité de expertos de la OMS le revelaron que no es el momento de poner fin a la emergencia sanitaria, “dada la incertidumbre sobre la oleada de infecciones en China después de que levantara sus estrictas restricciones a finales de 2022.
De esta manera, la OMS advirtió que se necesitan “medidas de salud pública a largo plazo, ya que se espera que el virus siga siendo un patógeno establecido en un futuro inmediato”.
Según las cifras difundidas por el organismo, el COVID “ha provocado oficialmente 6.804.491 muertes hasta el 27 de enero, aunque la organización y los expertos están de acuerdo en decir que el número de decesos es en realidad mucho más alto”.
Bajo estos preceptos, desde la OMS dejaron las siguientes recomendaciones para sus países miembros.
-Centrarse en la vacunación y los refuerzos, mejorar la notificación de datos a la OMS, aumentar la utilización y la disponibilidad a largo plazo de vacunas, medios de diagnóstico y terapéuticos contra el COVID-19, prepararse para futuros brotes, trabajar con las comunidades, ajustar las medidas de viaje a sectores de riesgo, apoyar la investigación para mejorar las vacunas y la condición posterior al virus.