Islandia, una de las tres naciones que autoriza la caza de ballenas, dio este martes luz verde a esta controvertida actividad para la temporada 2024 a la única compañía ballenera que queda en el país
El permiso autoriza la caza de 128 rorcuales comunes para la temporada que se extiende desde mediados de junio hasta septiembre, anunció el Ministerio de Pesca y Alimentación, menos que la temporada anterior (161).
Estas cuotas incluyen 99 cetáceos en la región de Groenlandia y al oeste de Islandia, y 29 al este de esta isla del Atlántico norte hasta las Islas Feroe, zonas en las que los buques balleneros no va jamás.
Esta decisión se tomó sobre la base del principio de precaución y refleja la creciente importancia concedida por el Gobierno al uso sostenible de los recursos, aseguró el ministerio en su sitio web.
Los defensores de los animales condenaron la decisión tomada por el gobierno islandés.
“Es extremadamente decepcionante” que el gobierno “haya puesto de lado las pruebas científicas inequívocas que demuestran la brutalidad y la crueldad de la matanza comercial de ballenas, al permitir que se maten ballenas durante un año más”, estimó Adam Peyman, de la oenegé Humane Society International, destacando que los rorcuales comunes están en peligro de extinción.
Islandia, al igual que Noruega y Japón, todavía practica la caza comercial de ballenas, a pesar de las críticas de activistas por el medioambiente y los derechos de los animales.
Las condiciones de caza para 2024 seguirán siendo las mismas que el año pasado, dijo a los medios islandeses la ministra de Pesca y Alimentación, Bjarkey Olsen Gunnarsdóttir.