Los videos cortos difundidos en redes sociales son la principal fuente de información de los jóvenes, por delante de los medios de comunicación tradicionales, que enfrentan además el desafío de la inteligencia artificial, advierte un informe anual del Instituto Reuters.
“Los videos se están convirtiendo en una fuente de información en línea más importante, especialmente entre los más jóvenes”, destaca el informe del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, vinculado a la universidad de Oxford.
“TikTok sigue siendo más popular y el porcentaje de los que la utilizan para recibir noticias ha crecido en un 13% en todos los mercados y un 23% para los que tienen entre 18 y 24 años”.
El informe se basa en encuestas en línea realizadas por la empresa YouGov entre 95 mil personas en 47 países. El crecimiento es aún mayor en África, América Latina y partes de Asia, advierten los expertos.
Siguiendo la tendencia de los últimos años, el estudio muestra que dos tercios de los encuestados a nivel mundial ven al menos un video corto de unos minutos sobre un tema informativo cada semana.
Perú, México, Colombia, Brasil, Chile, Argentina, España son los países que muestran que al menos ven videos entre un 64 hasta un 85 por ciento. Pero los países más desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania las cifras no descienden.
El gran problema para los medios tradicionales es que casi tres cuartas partes de este consumo de videos se realiza en plataformas y redes sociales, frente a solo el 22 por ciento en sus sitios originales, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad para generar ingresos.
En Facebook y X, cuya audiencia ha envejecido, los medios tradicionales siguen siendo dominantes, aunque estas redes tienden a dar cada vez menos espacio a la información.
Pero en TikTok, Instagram, Snapchat y YouTube, con un público más joven, la búsqueda de información se realiza más a través de creadores de contenido e influencers que de medios y periodistas clásicos.
Paralelamente a estas experimentaciones en los medios establecidos, algunos sitios utilizan la IA para piratear contenidos, sin autorización ni control humano, con el fin de generar tráfico y ganar dinero.
Interrogados sobre la IA, los consumidores encuestados se muestran generalmente preocupados por su uso para tratar la información.
Sin embargo, son más favorables a la utilización de la IA para realizar ciertas tareas como la transcripción de textos o la traducción, es decir, cuando ayuda a los periodistas y no cuando los reemplaza.
Para obtener una remuneración, algunos medios han optado por llegar a acuerdos con los grandes actores de la IA, como el estadounidense OpenAI (creador de ChatGPT).