El ex primer ministro de Tailandia Thaksin Shinawatra, una influyente figura en la política tailandesa durante las últimas décadas, fue imputado este martes por un delito de lesa majestad, que se castiga con entre 3 y 15 años de prisión, confirmó en un comunicado la fiscalía.
Thaksin, quien regresó el país el pasado agosto tras pasar más de 15 años en él autoexilio para evitar a la justicia tailandesa, acudió a primera hora de la mañana en la Oficina del Fiscal General y más tarde compareció frente a un Tribunal Penal de Bangkok, donde escuchó los cargos formales en su contra.
En un escueto comunicado, la Oficina del Fiscal General indicó el tribunal que “aceptó” el caso contra el exdirigente, quien llegó al lugar en un coche con los cristales tintados para evitar a los medios.
Se espera que Thaksin pida la libertad bajo fianza, según publican varios medios locales.
Conforme a la denuncia, Thaksin acusó al Consejo Privado de la Casa Real de Tailandia, el órgano que asesora al rey, de organizar el golpe de Estado militar de 2014 que derrocó al Gobierno de Yingluck Shinawatra, su hermana menor, durante una entrevista publicada en 2015 por un medio surcoreano.
El artículo 112 del Código Penal, también conocido como la ley de lesa majestad, no incluye en principio al Consejo Privado de la Casa Real, sino que castiga a quien difame, insulte o amenace al rey, la reina, el heredero o el regente.
Sin embargo, los tribunales tailandeses realizan a menudo una interpretación amplia de la ley, algo que critica la ONU al considerar que la ley vulnera la libertad de expresión.
Además de lesa majestad, también se acusó a Thaksin de un cargo por supuestamente violar la ley de delitos informáticos.
Thaksin, de 74 años, regresó al país el pasado 22 de agosto tras pasar en el exilio más de 15 años y se arrestó ese mismo día para afrontar una serie de condenas pendientes en su contra.
No obstante, el exmandatario, quien no pasó una sola noche en prisión, vio reducidos los castigos de 8 a 1 año de cárcel gracias a un perdón real.
El regreso de Thaksin, que salió en libertad condicional tras cumplir seis meses de condena mientras permanecía ingresado en una habitación de hospital, parecía la reconciliación entre el exmandatario y la élite pro monárquica y pro militar que lo derrocaron mediante un golpe de Estado militar en 2006.
Pero, el pasado mayo, la Fiscalía anunció que iba a presentar cargos contra Thanksin por unas declaraciones realizadas en 2015, por lo que este caso de lesa majestad ha generado cierto desconcierto.