Las autoridades de Australia han confirmado este miércoles el hallazgo de una cápsula radiactiva desaparecida en enero cuando era transportada en el oeste del país, lo que llevó a la declaración de una alerta sanitaria en un radio de cientos de kilómetros.
El ministro de Servicios de Emergencia de Australia Occidental, Stephen Dawson, ha indicado que la cápsula de cesio-137 ha sido hallada a 50 kilómetros de la localidad de Newman y ha destacado que “los equipos de búsqueda han encontrado la aguja en el pajar”.
“Quiero recalcar que es un resultado extraordinario”, ha manifestado, según ha informado la cadena de televisión australiana ABC. La cápsula ha sido localizada por un equipo de la Organización de Ciencia Nuclear y Tecnología de Australia y del Departamento de Bomberos y Emergencias.
Australia emitió la alerta después de que la cápsula desapareciera entre el 11 y el 16 de enero tras caer del camión que la transportaba desde una mina de la empresa Rio Tinto a la ciudad de Perth. La pérdida fue notificada cerca de una semana después, el 25 de enero.
La cápsula, de seis milímetros de diámetro y ocho milímetros de altura, es usada en equipamiento minero y puede generar altas dosis de radiación si es manipulada de manera incorrecta, por lo que las autoridades reclamaron que nadie la tocara y que, a poder ser, se mantuvieran al menos a cinco metros de distancia.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Australia (ASPANSA, siglas en inglés) indicó este martes que se había unido a la búsqueda de la pequeña capsula radioactiva extraviada por la minera Rio Tinto en el vasto estado de Australia Occidental.
El Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia (DFES, siglas en inglés) lideraba el operativo.
Los equipos de emergencia de Australia Occidental emitieron hoy una nueva alerta dirigida a los automovilistas que circulen por la zona donde se cree se perdió el objeto radioactivo y se topen con el grupo de búsqueda.
Las autoridades habían advertido, en una alerta, sobre los riesgos de la exposición a esta sustancia tóxica, que incluyen “quemaduras por radiación o enfermedades por radiación”, como cáncer.
El material tóxico fue empaquetado el pasado 10 de enero y el vehículo llegó a Perth seis días después, pero no fue hasta el pasado día 25 que los inspectores de la carga se dieron cuenta de que uno de los paquetes estaba roto y una de esas minúsculas cápsulas se había perdido en el trayecto.
La pequeña cápsula fue hallada entre piedras en la cuneta a unos dos metros de distancia de la autopista Great Northern, donde un coche equipado con dispositivos especiales para la detección de radiación -que viajaba por la carretera a unos 70 kilómetros por hora- descubrió la radiación emitida por la cápsula.
Los equipos establecieron un perímetro de seguridad de 20 metros alrededor del objeto para proceder “de forma segura” a su recuperación y se colocó en un contenedor de plomo, que protege de la radiación.
La capsula fue enviada de vuelta a Newman, donde será almacenada hasta el jueves cuando se traslade a un centro de Perth, la capital de Australia Occidental.
El dispositivo radiactivo es parte de un medidor de densidad que había sido utilizado en la mina Gudai-Darri de Rio Tinto, en la remota región de Kimberley en Australia Occidental.
El Consejo de Radiación de Australia Occidental ha abierto una investigación para determinar cómo se pudo extraviar la capsula radiactiva, aunque no ha precisado cuándo publicará su informe final.