Aproximadamente la mitad de los más de 200 millones de habitantes de Nigeria están conectados a una red eléctrica nacional que no puede proporcionar suficiente electricidad diaria a la mayoría de los que están conectados. Muchas comunidades rurales pobres como Olodo Okin están completamente fuera de la red.
En un país con abundante sol, muchos están recurriendo a la energía solar para ayudar a llenar los vacíos, pero lograr que inversionistas reacios al riesgo financien importantes proyectos solares que le darían a Nigeria suficiente energía confiable es una lucha cuesta arriba. Significa que millones de personas en el país están encontrando formas de vivir con poca o ninguna electricidad.
Los estudios han demostrado que Nigeria podría generar mucha más electricidad de la que necesita a partir de energía solar gracias a su potente luz solar. Pero 14 proyectos solares a escala de red en el norte y centro del país que podrían generar 1.125 megavatios de electricidad se han estancado desde que se firmaron los contratos en 2016.
Quienes intentan desarrollar proyectos solares en el país culpan a las tasas de interés de los préstamos, que pueden llegar al 15 por ciento, dos o tres veces más que en las economías avanzadas y China, según la Agencia Internacional de Energía.
Eso significa que para las empresas solares es más costoso trabajar en Nigeria u otras naciones en desarrollo que en los países ricos. África únicamente tiene una quinta parte de la capacidad de energía solar de Alemania, y únicamente el 2% de las inversiones mundiales en energía limpia van al continente.
Nigeria tampoco establece las llamadas tarifas que reflejan los costos, lo que significa que el precio que los consumidores pagan por la electricidad no cubre los costos de producirla y distribuirla. Esto significa que las empresas de distribución no pueden pagar completamente a los productores y la industria depende de las intervenciones gubernamentales para mantenerse a flote, lo que asusta a los prestamistas a la hora de invertir en la industria solar.
Actualmente, los productores de energía dicen que el gobierno les debe hasta 3,7 billones de naira (2.700 millones de dólares), lo que dificulta el cumplimiento de sus obligaciones con sus prestamistas y contratistas.
Una opción sería obtener garantías del Banco Mundial que tranquilizaran a los inversores y los hicieran más dispuestos a invertir dinero en proyectos solares, pero el gobierno se muestra cauteloso a la hora de firmar cualquier cosa que los obligue a pagar grandes sumas incluso si la electricidad de los proyectos no llega a los consumidores debido a una infraestructura de transmisión y distribución inadecuada.