Tras el impulso brindado al ejército ucraniano por parte de occidente al brindarle nuevas armas y estrategias, Rusia se ha manifestado, y lanzado nuevas amenazas por parte del presidente Vladimir Putin de tomar represalias contra Occidente, ya sea directa o indirectamente. Las medidas de Occidente para mitigar la ofensiva y la posible respuesta del Kremlin podrían conducir a una peligrosa escalada a medida que la guerra se prolonga por su tercer año, lo que aumenta aún más el peligro de una confrontación directa entre Rusia y la OTAN.
Rusia aprovechó su ventaja en potencia de fuego en medio de retrasos en la ayuda estadounidense para intensificar los ataques en varias áreas a lo largo del frente de 1.000 kilómetros. Unidades relativamente pequeñas están investigando las defensas ucranianas en busca de puntos débiles, preparando potencialmente el terreno para una ofensiva más ambiciosa.
Rusia ha logrado avances graduales, pero constantes en la región de Donetsk, incluso alrededor de la estratégica ciudad de Chasiv Yar, en la cima de una colina, una puerta de entrada a partes de Donetsk que aún están bajo control ucraniano. Los analistas dicen que la caída de Chasiv Yar amenazaría los centros militares clave de Slaviansk y Kramatorsk.
Putin declaró que Moscú no buscaba ganancias rápidas y que se apegaría a la estrategia actual de avanzar lentamente.
Moscú también ha intensificado los ataques aéreos contra las instalaciones energéticas de Ucrania y otras infraestructuras vitales con oleadas de misiles y drones.
Washington y algunos aliados de la OTAN han respondido a la ofensiva permitiendo que Kiev utilice armas occidentales para ataques limitados dentro de Rusia. Estados Unidos ha permitido a Ucrania usar armas estadounidenses contra objetivos militares en Rusia cerca de Kharkiv y en otros lugares cerca de la frontera, pero, para consternación de Kiev, Washington hasta ahora no ha dado permiso para ataques más profundos en Rusia.
Putin advierte que esto sería una escalada importante y amenazó con tomar represalias proporcionando armas a adversarios occidentales en otras partes del mundo.
Putin dijo que estaba mal que la OTAN supusiera que Rusia no utilizará su arsenal nuclear y reafirmó que utilizará todos los medios si su soberanía e integridad territorial se ven amenazadas.
También advirtió que Moscú estaba considerando posibles cambios en su doctrina que especifica cuándo recurre a armas nucleares.
Rusia llevó a cabo ejercicios militares con armas nucleares en el campo de batalla con la participación de Bielorrusia. El año pasado, Moscú desplegó algunas de esas armas en Bielorrusia para tratar de desalentar el apoyo militar occidental a Ucrania.
Declaró que para que Rusia detenga los combates, Ucrania debe retirar sus tropas de las cuatro regiones que Moscú anexó en 2022, una idea que Kiev y sus aliados descartaron. También dijo que Ucrania debe abandonar su intento de unirse a la OTAN.