La jueza jubilada Heather Hallett, que dirige la investigación en curso, dijo que el gobierno creyó erróneamente en 2019 que era uno de los países mejor preparados del mundo para un brote y anticipó la pandemia equivocada: la influenza.
“Esta creencia era peligrosamente errónea”, dijo Hallett al publicar su primer informe. “En realidad, el Reino Unido no estaba preparado para hacer frente a la emergencia civil de una pandemia que afecta a todo el sistema, y mucho menos a la pandemia de coronavirus que realmente se produjo”.
Se ha culpado a la pandemia de COVID-19 de más de 235.000 muertes en el Reino Unido hasta finales de 2023, una de las cifras de muertes más altas del mundo.
“El informe confirma lo que muchos siempre han creído: que el Reino Unido no estaba suficientemente preparado para el COVID-19, y que el proceso, la planificación y las políticas en las cuatro naciones fallaron a los ciudadanos del Reino Unido”, dijo el primer ministro Keir Starmer, refiriéndose a Inglaterra e Irlanda del Norte, Escocia y Gales.
“La seguridad del país siempre debe ser la primera prioridad, y este gobierno está comprometido a aprender las lecciones de la investigación y a implementar mejores medidas para protegernos y prepararnos del impacto de cualquier futura pandemia”, dijo.
El primer informe de la investigación, basado en audiencias que comenzaron en junio de 2023, se centró únicamente en la preparación para una pandemia y no culpó a ningún individuo.
Más adelante se espera una segunda fase que analice la respuesta del gobierno, incluido el escándalo del “partygate” en el que el entonces Primer Ministro Boris Johnson y su equipo violaron sus propias reglas al organizar grupos de trabajo. Una tercera fase analizará qué lecciones se pueden aprender de cómo la nación manejó la crisis. La investigación debe celebrar audiencias hasta 2026.
Hallett descubrió que una estrategia obsoleta para la pandemia de gripe de 2011 no era lo suficientemente flexible para adaptarse a una crisis casi una década después y fue abandonada casi de inmediato.
También hubo una falta de atención sobre lo que se necesitaba para hacer frente a una enfermedad rápidamente transmisible, y no se hizo lo suficiente para construir un sistema para realizar pruebas, rastrear y aislar a los pacientes infectados.
Hallett dijo en su informe de 217 páginas que el Reino Unido necesita estar mejor preparado para la próxima pandemia, una que podría ser aún más mortal.
Hallett recomendó que se desarrolle y pruebe una nueva estrategia pandémica cada tres años, y que el gobierno y los líderes políticos sean responsables de contar con sistemas de preparación y resiliencia establecidos. También dijo que se deberían utilizar expertos externos para prevenir el conocido problema del pensamiento de grupo.
Elkan Abrahamson, que representa a los casi 7.000 miembros de Familias en duelo por la justicia por el COVID-19, aplaudió a Hallett por adoptar la mayoría de sus recomendaciones para evitar que se repita el desastre.