El Papa Francisco salió del Vaticano para un breve viaje al barrio costero romano de Ostia, donde se reunió con una monja católica francesa conocida por décadas de trabajo con la comunidad LGBTQ.
La visita se produjo unos meses después de que el Vaticano se disculpara por el supuesto uso por parte del Papa de un insulto vulgar italiano sobre los homosexuales en una reunión a puerta cerrada con obispos italianos.
En un breve comunicado, el Vaticano dijo que el Papa se había reunido con la hermana Genevieve Jeanningros cerca de un popular lugar de montaña rusa y circo llamado Luna Park.
Jeanningros, miembro de la congregación de las Hermanitas de Jesús, es conocida por vivir en una caravana cerca del parque, donde también atiende a la comunidad circense local.
El Vaticano no proporcionó más información sobre la reunión, pero compartió imágenes que muestran a Francisco bendiciendo una estatua religiosa cerca de algunas de las montañas rusas. En una entrevista con el periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano, en junio, Jeanningros dijo que suele ir al Vaticano los miércoles para asistir a la audiencia semanal del Papa. Dijo que con frecuencia lleva a miembros de la comunidad LGBTQ con ella para conocer al pontífice mientras saluda a la multitud.
Cuando el periódico le preguntó sobre el supuesto uso del insulto gay por parte del Papa, Jeanningros dijo que, entre sus amigos, al principio hubo un poco de dolor, pero al mirar atrás se rieron y dijeron, realmente, él no es así.
