Los países del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidieron este miércoles que se intensifiquen los esfuerzos diplomáticos para evitar un conflicto más amplio en Medio Oriente, después de que los asesinatos de dos líderes militantes aumentaran la tensión.
El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, fue asesinado en la capital iraní a primera hora del miércoles, lo que desató amenazas de venganza contra Israel y avivó la preocupación de que el conflicto de Gaza se convirtiera en una guerra más amplia en la región.
El asesinato se produjo menos de 24 horas después de que el comandante militar de mayor rango de Hezbolá muriera en un ataque israelí contra Beirut, en represalia por un mortífero ataque con cohetes en los Altos del Golán, ocupados por Israel.
“Tememos que la región esté al borde de una guerra total“, declaró Shino Mitsuko, representante adjunto de Japón ante la ONU, quien instó a la comunidad internacional a realizar esfuerzos para evitar un conflicto de este tipo.
China, Rusia, Argelia y otros países condenaron el asesinato de Haniyeh, que el embajador iraní ante la ONU calificó de acto terrorista, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Francia denunciaron lo que calificaron de apoyo iraní a actores desestabilizadores de la región.
Fu Cong, embajador de China ante la ONU, dijo que el fracaso en lograr un alto el fuego en Gaza era responsable del empeoramiento de las tensiones.
El embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, afirmó que Teherán ha ejercido sistemáticamente la máxima moderación, pero se reservó el derecho a responder con contundencia. Pidió al Consejo de Seguridad que condenara a Israel y lo castigara con sanciones.
Por su parte, el representante adjunto de Israel ante la ONU, Jonathan Miller, pidió al Consejo de Seguridad que condene a Irán por apoyar el terrorismo regional y aumente las sanciones contra la república islámica. “Nos defenderemos y responderemos con gran fuerza contra quienes nos dañen”, dijo el funcionario.