El Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, presentó el Decreto por el que se ordena el establecimiento de acciones y medidas para la protección de las Áreas de Conservación Patrimonial y espacios de los pueblos y barrios de la Ciudad de México.
Lo anterior con el objetivo de garantizar su derecho a la ciudad, evitar el despojo de sus territorios, así como preservar sus valores, proteger su identidad y fortalecer el tejido social y cultural.
El jefe capitalino explicó que serán consideradas Áreas de Conservación Patrimonial aquellas que se encuentren en pueblos y barrios originarios de la ciudad, cuya fundación y ocupación data de la época prehispánica y de finales del siglo XIX; así, será la SEDUVI quien delimite estos espacios.
“Se instruye a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México, para que determine y publicite las medidas y acciones de política urbana para la protección, conservación y consolidación del patrimonio cultural de las Áreas de Conservación Patrimonial, así como del paisaje urbano histórico y los espacios que ocupan los pueblos y barrios de la Ciudad de México en términos del presente Decreto”, detalló.
La SAF deberá realizar el diagnóstico de los posibles beneficios fiscales que podrán otorgarse a estas comunidades. Mientras que la Secretaría de Cultura llevará a cabo las acciones necesarias para que la Comisión Interinstitucional del Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México analice los casos y emita la opinión correspondiente sobre los proyectos de Declaratoria de Protección del Patrimonio Cultural, que derivarán en la elaboración de Planes de Manejo de los pueblos y barrios originarios.
Por su parte, el titular de la SEDUVI, Inti Muñoz Santini, detalló que en la Ciudad de México existen 174 Áreas de Conservación Patrimonial, delimitadas bajo los principios establecidos en la Ley de Desarrollo Urbano, de las cuales 135 corresponden a pueblos y barrios originarios.
Recordó que en la capital se han impulsado mecanismos para la protección de la diversidad cultural, como la Ley del Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural, aprobada en 2021, y la recomendación emitida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2011, que establece la protección de los paisajes históricos urbanos, el fomento a la preservación del tejido social y el entendimiento de las transformaciones socioeconómicas como consecuencia del desarrollo urbano.