Multitudinarias marchas organizadas por los sindicatos y secundadas por los partidos de izquierda exigieron este martes en Francia, por tercera vez en tres semanas, la retirada de la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron, que incluye una extensión de la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.
La movilización, que sucede cuando el texto acaba de comenzar a debatirse en tensas sesiones de la Asamblea Nacional, abarcó, como las dos anteriores (19 y 31 de enero), huelgas parciales en varios sectores claves del país, como los transportes, la educación y la energía.
Uno de los retos de este martes será superar las cifras récord del pasado 31 de enero, cuando la policía contabilizó 1,272 millones de personas en las calles, mientras los sindicatos calcularon 2,8 millones.
Además del paro entre el personal educativo, numerosas universidades y centros de secundaria de todo el país fueron objeto hoy de bloqueos por parte de sus propios estudiantes.
Como en las otras dos movilizaciones, las organizaciones sindicales encabezaron las manifestaciones. La CFDT, la principal de Francia, y la Confederación General del Trabajo (CGT), la segunda en importancia, reprocharon a Macron y a su Gobierno su “sordera” ante la oposición de la opinión pública, mayoritariamente contra la actual reforma.
Los líderes de los partidos de izquierda, que intentan entorpecer la tramitación de la reforma en la Asamblea con una lluvia de enmiendas, acudieron a la protesta parisina.
Portavoces de la coalición progresista Nupes (formada por el Partido Socialista, La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, los ecologistas de EELV y el Partido Comunista) insistieron hasta qué punto es impopular la reforma.
El líder de los socialistas, el diputado Olivier Faure, avisó de que “un gobierno no puede mantenerse mucho tiempo contra su propio pueblo”, mientras que el líder comunista, el también diputado Fabien Roussel, pronosticó que “la victoria está al alcance de la mano si la izquierda sigue unida”.
La próxima convocatoria contra el plan de las pensiones de Macron será este sábado 11 de febrero, cuando los organizadores esperan contar con más manifestantes en las calles.