Srettha dijo que respetaba el fallo y que siempre trató de actuar éticamente durante su mandato, que fue de menos de un año.
El Tribunal Constitucional de Tailandia destituyó al primer ministro Srettha Thavisin de su cargo por una violación ética, sacudiendo aún más la política tailandesa después de ordenar la disolución del principal partido de la oposición hace una semana.
El fallo, aprobado por 5 a 4, destituyó a Srettha de su cargo de inmediato por un caso relacionado con el nombramiento de un miembro del gabinete que había sido encarcelado en relación con un supuesto intento de soborno.
El gabinete permanecerá en su lugar de manera provisional hasta que el Parlamento apruebe un nuevo primer ministro. Se programó una votación para el viernes, pero no hay límite de tiempo para cubrir el puesto. El gabinete provisional también podría disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones.
Srettha dijo que respetaba el fallo y que siempre trató de actuar éticamente durante su mandato, que fue de menos de un año. “Lamento que me consideren un primer ministro poco ético, pero me gustaría insistir en que creo que no soy así”, dijo.
Se espera que Phumtham Wechayachai, del partido Pheu Thai de Srettha y primer viceprimer ministro y ministro de Comercio bajo su mando, se convierta en primer ministro interino.
La semana pasada, el Tribunal Constitucional disolvió el progresista Partido Avanzar, que ganó las elecciones generales del año pasado, alegando que violaba la Constitución al proponer una enmienda a una ley contra la difamación de la familia real del país. El partido ya se ha reagrupado como el Partido del Pueblo.
La petición contra Srettha fue iniciada por ex miembros del Senado instalado por los militares que se habían negado a aprobar al candidato a primer ministro de Avanzar cuando el partido intentaba formar un gobierno después de su victoria electoral. Se consideró que era una medida para favorecer a un partido político promilitar en su gobierno de coalición.
Los tribunales de Tailandia, especialmente el Tribunal Constitucional, se consideran un baluarte del establishment monárquico del país, que los ha utilizado a ellos y a organismos estatales nominalmente independientes como la Comisión Electoral para paralizar o hundir a los oponentes políticos.
Las sentencias del Tribunal Constitucional son dos golpes judiciales que van en contra de los estándares internacionales y alteran los controles y equilibrios habituales en un sistema democrático, dijo Prajak Kongkirati, politólogo de la Universidad Thammasat de Bangkok.
“Muestra que Tailandia actualmente no es una democracia y que la Constitución de 2017 entregó al poder judicial y a las organizaciones independientes un poder desequilibrado”, dijo, en referencia a la Constitución actual de Tailandia que fue patrocinada por el gobierno militar que tomó el poder en un golpe de Estado en 2014.
Srettha se convirtió en primer ministro en agosto pasado, a pesar de que su partido Pheu Thai terminó segundo en las elecciones generales. Después de que el Senado, cuyo mandato finalizó en mayo, le negara el poder a Move Forward, Pheu Thai —en aquel entonces el mayor socio de coalición de Move Forward— lo excluyó de la coalición y se unió a partidos afiliados al anterior gobierno controlado por los militares para aprobar un nuevo primer ministro.
Para elegir a un nuevo primer ministro, el Parlamento puede elegir entre los candidatos nominados para el puesto el año pasado por los principales partidos políticos. El partido Pheu Thai tiene dos candidatos elegibles, incluida Paetongtarn Shinawatra, la hija del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
Otro favorito sería Anutin Charnvirakul, líder del partido Bhumjaithai, que quedó tercero en las elecciones. Actualmente viceprimer ministro y ministro del Interior, Anutin es un agente de poder en el noreste, una zona rica en votos cuya familia es dueña de un importante grupo de construcción. Ha servido tanto en un gobierno respaldado por los militares como en el civil al que reemplazó.
Dos ex oficiales militares de alto rango —Prayuth Chan-ocha, que sirvió como primer ministro durante nueve años después de organizar el golpe de Estado de 2014, y Prawit Wongsuwan, uno de los viceprimeros ministros de Prayuth— también estarían en la carrera.
