La frecuencia de las olas de calor en la región se ha más que cuadruplicado desde la década de 1960, según el informe. África occidental experimentó una ola de calor sin precedentes a principios de este año que provocó un aumento de las muertes.
El calor extremo está creando preocupaciones de salud para los niños y las mujeres embarazadas, ya que está vinculado a mayores probabilidades de mortinatos, bajo peso al nacer y partos prematuros, según el informe.
“La exposición a altos niveles de calor también deja a los niños más vulnerables a desarrollar enfermedades crónicas y contraer enfermedades infecciosas que se propagan con altas temperaturas, como la malaria y el dengue”, dijo David Knaute, especialista regional en clima de la agencia de la ONU para la infancia.
Actualmente, África central está luchando contra un brote de mpox, antes conocida como viruela del mono, una enfermedad infecciosa que afecta desproporcionadamente a los niños.
Los funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África dijeron que casi el 70% de los casos de mpox en el Congo se dan en niños menores de 15 años, que también representaron el 85% de las muertes.
El informe de UNICEF instó a los gobiernos a reducir las emisiones de carbono para controlar el aumento de las temperaturas y proteger a los niños.