El método de selección del candidato de la oposición para la elección presidencial del 2024 está lejos de ser perfecto, pero es el primer intento serio por involucrar a los simpatizantes de los tres partidos en una elección primaria.
Quienes aspiran a la candidatura presidencial por la alianza Va Por México deberán no solo someterse a la opinión de la ciudadanía vía encuestas, también deberán exponer en por lo menos tres foros su visión del país.
Y después aceptar la decisión de la población que participe en ese ejercicio vía el voto libre.
No es perfecto, por supuesto, pero se incluyeron cerca de 80% de las propuestas de organizaciones ciudadanas interesadas en participar en la organización del proceso.
La negociación no fue sencilla, pues implicó que los consejeros políticos de los tres partidos aceptaran ceder posiciones.
Pero al final prevaleció la visión de una oposición integrada a partir no de la candidatura presidencial sino de un programa compartido de gobierno.
Hay metas claras y la ruta trazada, que se reforzará una vez que se elija al candidato presidencial.
La unidad mostrada hasta el momento no está exenta de rupturas.
Al interior del PRI y el PAN existen voces aún que cuestionan la utilidad de la sociedad y exigen ir solos a los comicios del próximo año, lo cual sería un suicidio político.
Todavía la alianza deberá enfrentar, el próximo año, la sacudida que representará el reparto de posiciones para el Senado, la Cámara de Diputados, las 9 gubernaturas y los cientos de candidaturas para presidencias municipales, sindicaturas y diputaciones locales.
Con todo eso, el método ofrece mayor legitimidad que las encuestas anunciadas por Morena cuyo resultado, hasta ahora, es muy previsible.