Cerca de que se cumpla un año de la muerte del actor Matthew Perry y tras una exhaustiva investigación, con colaboración de la DEA, la policía de Los Ángeles, y el servicio de correos, se ha podido recabar nueva información del caso.
Las autoridades informaron en días pasados que detuvieron a cinco personas sospechosas, que pudieron haber tenido que ver con la muerte de Perry, entre los detenidos, se encuentra el asistente del actor, Kenny Iwamasa, el doctor Salvador Plasencia, dos personas cercanas a Perry y una conocida traficante. Estos sujetos, según los reportes, serían los responsables de haberle suministrado fuertes cantidades de ketamina, sustancia que terminó por arrebatarle la vida.
Sin embargo no se ha dado a conocer ningún detalle más. Un diario estadounidense fue quién dio a conocer que Perry junto a Iwamasa, habrían gastado más de 55 mil dólares en la compra de frascos de ketamina, un mes antes de su muerte.
Se reveló que Iwamasa mandó varios mensajes de texto a sus “proveedores” para que solicitarles el anestésico, reuniendose en alguna ocasión con Plasencia en un estacionamiento para que le inyectaran dicha sustancia.
Plasencia llegó a suministrarle hasta dos dosis del medicamento en un solo día, lo que provocó que su presión arterial aumentara a niveles peligrosos y el actor no pudo hablar ni moverse durante mucho tiempo.
El día de su muerte, Iwamasa le inyectó ketamina tres veces a Perry, luego de que este le pidiera una dosis grande, informó el medio, citando documentos judiciales.