La amenaza de un “megaterremoto”, una serie de tifones y un feriado nacional de una semana llevaron a algunos japoneses a multiplicar las compras de arroz, el alimento básico en el país, cuyo gobierno se mostró en contra de las compras nerviosas.
En algunas tiendas los estantes de arroz quedaron vacíos o sus existencias racionadas después de una advertencia del gobierno este mes, que ya fue levantada, de un posible “megaterremoto”.
El avance de varios tifones y la prolongada festividad anual de Obon estimularon todavía más las compras compulsivas.
Otros factores incluyen la disminución de las cosechas causada por las altas temperaturas y la escasez de agua o el aumento de la demanda relacionada con el récord de turistas extranjeros.
En un cartel de una tienda de alimentos en Tokio, podía leerse: “Para que muchos clientes puedan comprar, les pedimos que compren una (bolsa de arroz) al día por familia”.
El ministro de Agricultura, Tetsushi Sakamoto, hizo un llamado a la calma: “Por favor, mantengan la cabeza fría y compren solo la cantidad de arroz que necesitan”, afirmó el ministro.
El arroz está profundamente arraigado en la cultura japonesa. Su cosecha ha dado forma al paisaje de la nación e incluso se utilizó como moneda en el siglo VII.
Es de lejos el alimento básico más consumido del país, con 7 millones de toneladas al año.
Sin embargo, la demanda se ha ido reduciendo desde hace algún tiempo debido a la disminución de la población y al cambio de hábitos alimenticios de muchos japoneses, que optan por otras alternativas.
Las reservas del país en junio fueron las más bajas desde 1999, cuando empezaron a recopilarse datos comparables, pero las autoridades creen que el inventario es suficiente.