Jean T., acusado de violar a Gisèle Pelicot en Francia, aseguró que no recuerda nada y que, al igual que la víctima, el marido de esta mujer de 71 años, Dominique Pelicot, lo habría drogado.
“El señor Pelicot me drogó porque me ofreció algo de beber”, aseguró este extechador de 52 años ante el tribunal de Aviñón, en el sur de Francia.
Dominique Pelicot está siendo juzgado desde el 2 de septiembre, junto a 50 hombres más, por drogar a escondidas entre 2011 y 2020 a su entonces esposa para violarla junto a decenas de desconocidos.
“Todavía no sé explicar la verdadera razón de mis actos”, aseguró reconociendo unas fantasías muy egoístas y haber traicionado la confianza de su pareja durante medio siglo.
“Bill”, el pseudónimo de Jean T. en el sitio Coco.fr en el que contactó con el marido de Gisèle, es uno de los pocos acusados que acudieron de día al domicilio de los Pelicot en Mazan, en el sur de Francia.
“Nunca me dijo que su mujer estaba dormida, drogada y que yo venía a violarla”, se defendió este jueves, una postura que rechazó rápidamente el principal acusado: “Lo sabían todos”, reiteró.
En las casi 10 escenas grabadas por el marido ese 21 de septiembre de 2018, Gisèle Pelicot parece roncar. En una de ellas, Jean T. levanta el pulgar como muestra de satisfacción, en dirección a la cámara.
Ante el tribunal, el acusado aseguró que desconocía que los hechos estaban siendo grabados y que se dio cuenta de lo ocurrido cuando los investigadores le mostraron los videos tras su detención.
Preguntado por si solicitó el consentimiento a Gisèle Pelicot, respondió que en las relaciones libertinas en general, son los hombres quienes hablan, la mujer siempre espera.
Sus declaraciones provocaron una cara de desdén de la víctima que, desde el inicio del juicio, defiende que nunca dio su consentimiento ni a su marido ni a ninguno de los acusados y que desconocía los hechos.
Simone M., otro acusado de 43 años y exmiembro de las fuerzas de montaña del ejército, aseguró también ante el tribunal que pensaba que era una “fantasía” de los Pelicot, vecinos suyos.
Y Redouane E. se presentó claramente como una víctima de Dominique Pelicot, asegurando que le impuso una felación a la víctima dormida por temor a su marido, e incluso de los investigadores por no registrar el celular de Gisèle en pos del beneficio de la duda.
“Pido que se nos trate a todos por igual”, aseguró este enfermero de 55 años.