Sindicatos docentes cumplen una jornada de huelga en Argentina con el apoyo de estudiantes que tomaron universidades contra un veto del presidente Javier Milei a una ley que les asignaba más fondos, luego de que la decisión presidencial fuera ratificada el miércoles en el Congreso.
La mayoría de las universidades públicas del país están afectadas por la huelga de 24 horas, a la que se plegaron sindicatos que representan al resto de los trabajadores de las altas casas de estudios, cuyos reclamos por aumentos de salarios están en el centro del conflicto.
La UBA está de luto, expresó en un comunicado la Asociación del Personal de la Universidad Nacional de Buenos Aires (APUBA).
La huelga cuenta con el apoyo de los estudiantes que tomaron una veintena de sedes universitarias en todo el país, donde se celebran asambleas para debatir un plan de acción para resistir el desfinanciamiento al sector.
El veto presidencial fue ratificado por el Congreso que había votado el 13 de septiembre una ley para ampliar fondos a las universidades, sobre todo para permitir el ajuste de salarios de los profesores.
El gobierno vetó la ley por considerar que atentaba contra el equilibrio fiscal, pilar de su política, pese a que un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso estimó su impacto en 0.14% del PIB argentino.
“Todos queremos una economía equilibrada y sabemos que hay recursos escasos. Pero hay que establecer prioridades. Nadie en una economía familiar dejaría de enviar a sus hijos a la escuela, lo mismo pasa con un país”, expresó este jueves Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, al Canal 3 de esa ciudad.
Según el presupuesto enviado al Congreso, para 2025 el Ejecutivo destinará la mitad de los fondos que los rectores de las universidades estimaron necesarios para sostener el funcionamiento de las facultades, donde estudia el 80% de la matrícula universitaria argentina, cuna de cinco premios Nobel a lo largo de su historia.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, recibió el respaldo legislativo al veto y ratificó que, pese a la negativa de los gremios, el gobierno otorgará un 6,8% de aumento al personal docente y no docente para octubre. El ajuste había sido rechazado por insuficiente en el marco de una inflación interanual que marcó en agosto un 236 por ciento.