Decenas de miles de personas han salido este lunes a las calles de varias ciudades de Israel para protestar contra la reforma del sistema judicial que quiere implementar el Gobierno, encabezado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, informan medios locales.
Personas de todos los sectores de la sociedad, incluidos estudiantes, médicos, abogados y trabajadores del sector tecnológico, se reunieron en Jerusalén, Tel Aviv, Herzliya y cerca del Aeropuerto Internacional Ben Gurión para manifestarse contra la medida.
El principal acto de protesta, que empezó con una oración en el Muro de los Lamentos, tuvo lugar cerca del edificio que alberga la Knéset —órgano del poder legislativo en el país hebreo—, en Jerusalén Occidental.
“No nos silenciarán. No nos vamos a quedar callados mientras atropellan todo lo que nos es querido y todo lo que nos es santo”, declaró el ex primer ministro y líder de la oposición, Yair Lapid. “Nosotros no trabajamos para ellos. Somos socios con derechos. No somos súbditos, somos ciudadanos”, añadió.
Por su parte, Merav Michaeli, miembro de la Knéset por el Partido Laborista, afirmó que en el Parlamento del país hebreo hay personas que “tratan de asesinar la democracia israelí”, y aseguró que los intentos de usar la “palabra mágica mentirosa ‘conversación'” para impedir que la gente salga a protestar “fracasarán”.
El pasado 4 de enero, el nuevo ministro de Justicia del país, Yariv Levin, presentó una reforma del sistema judicial con el objetivo de limitar los poderes del Tribunal Supremo y cambiar el sistema de elección de los jueces.
Esta medida otorgaría al Gobierno de Netanyahu el control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, limitaría gravemente la capacidad del Tribunal Superior de Justicia para anular leyes, y permitiría al Parlamento volver a aprobar leyes anuladas por el Tribunal si una mayoría de 61 diputados vota a favor.
Además, tras la reforma, las autoridades israelíes también podrán nombrar un presidente y un vicepresidente del Tribunal Supremo que no hayan formado parte de él y que incluso nunca hayan sido jueces de tribunales inferiores.