En los últimos días, Harris, de 59 años, ha acusado repetidamente a su oponente en la carrera por la Casa Blanca de ser mentalmente “inestable”.
“Espero que esté bien”, repitió Kamala Harris poniendo en entredicho la salud mental de Donald Trump después de que su rival acortara la víspera de un acto electoral para escuchar sus canciones favoritas en el escenario.
Parecía “perdido, confundido”, comentó el portavoz del equipo de campaña de la demócrata, que difundió un vídeo sobre lo ocurrido.
La extraña escena tuvo lugar durante una sesión pública de preguntas y respuestas con simpatizantes organizada por el candidato en la localidad de Oaks, en Pensilvania, un estado del noroeste clave para los comicios.
El acto transcurrió en una sala aparentemente mal climatizada. Lo tuvo que interrumpir dos veces cuando unos espectadores sufrieron malestares que requirieron asistencia médica.
Trump se preocupó por ellos y pidió que el personal médico se tomara el tiempo necesario para atenderlos. A continuación, a pesar de que el mitin de campaña había comenzado apenas media hora antes, el septuagenario bromeó: “¿Alguien más se va a desmayar?”.
La velada electoral dio así un giro inusual durante más de treinta minutos, con el expresidente balanceándose de pie, micrófono en mano.
Trump, de 78 años, respondió con un mensaje nocturno en su red social, en el que asegura haber obtenido resultados excepcionales en dos pruebas cognitivas distintas.
“Tengo bastante mejor salud que Clinton, Bush, Obama, Biden y, sobre todo, Kamala”, afirmó el magnate, quien se convertiría en el presidente de más edad en jurar el cargo si ganara las elecciones del 5 de noviembre.
Trump, muy igualado en las encuestas con Harris, amenaza con imponer aranceles de 100%, 200% e incluso más, convencido de que esto se traducirá en la construcción de “miles” de compañías en Estados Unidos.
Numerosos economistas opinan por el contrario que sus planes económicos harán aumentar la deuda y la inflación.