El veredicto de los votantes estadounidenses fue más decisivo de lo que la mayoría de los expertos y analistas habían pronosticado. Ahora, el mundo espera para ver si la segunda elección de Donald Trump como presidente es tan desestabilizadora como temen muchos aliados estadounidenses.
Trump aseguró su triunfo, tras superar los 270 votos del colegio electoral necesarios para ganar. En un discurso de victoria antes de la declaración oficial, prometió poner a nuestro país primero y llevar a Estados Unidos a una edad de oro.
En su primer mandato, Trump insultó y alejó a muchos de los aliados de Estados Unidos. Su regreso a la Casa Blanca, cuatro años después de perder ante el presidente Joe Biden, tiene enormes consecuencias para todo, desde el comercio global hasta el cambio climático y múltiples crisis y conflictos en todo el mundo.
Trump se ha comprometido a intensificar una disputa arancelaria con China, el creciente rival económico y estratégico de Estados Unidos. En Medio Oriente, ha prometido, sin decir cómo, poner fin a los conflictos entre Israel, Hamás y Hezbollah. También ha jurado terminar la guerra entre Rusia y Ucrania en 24 horas después de asumir el cargo, algo que Ucrania y sus partidarios temen que sería en términos favorables para Moscú.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, felicitó a Trump, diciendo, espero trabajar con él nuevamente para avanzar hacia la paz a través de la fuerza mediante la OTAN frente a un creciente número de desafíos a escala mundial, entre ellos, la creciente alineación de China, Rusia, Corea del Norte e Irán.
Estados Unidos es, por mucho, el mayor respaldo militar de Kiev en su lucha contra la invasión rusa. El presidente, Volodymyr Zelenskyy, al igual que Rutte, dijo que acogía con beneplácito el enfoque de Trump de “paz a través de la fuerza”.
No hubo felicitaciones de Moscú, donde el portavoz del presidente Vladímir Putin, Dmitry Peskov, declaró que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos estaban en el “punto más bajo de la historia”.
Los líderes europeos felicitaron de inmediato a Trump, algunos más efusivamente que otros, incluso antes de que se declarara oficialmente su victoria.
El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo que fue una “victoria electoral histórica” y señaló que “como los aliados más cercanos, Reino Unido y Estados Unidos continuarán trabajando juntos para proteger nuestros valores compartidos de libertad y democracia”.
El presidente centrista de Francia, Emmanuel Macron, ofreció felicitaciones, respeto y ambición. El canciller socialdemócrata alemán, Olaf Scholz, felicitó a Trump y dijo que quería mantener vínculos cercanos, aun si seguramente muchas cosas serán diferentes en una administración liderada por Donald Trump.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuyo gobierno liderado por la extrema derecha es políticamente cercano a Trump en algunos aspectos, dijo que Italia y Estados Unidos tenían un “vínculo estratégico, que estoy segura, ahora fortaleceremos aún más”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfatizó que el bloque y Estados Unidos “están unidos por una verdadera asociación entre nuestra gente, uniendo a 800 millones de ciudadanos. Trabajemos juntos en una asociación transatlántica que siga cumpliendo para nuestros ciudadanos”.
“Lo amenazaron con la cárcel, le quitaron sus propiedades, quisieron matarlo… y aun así ganó”, dijo el primer ministro nacionalista de Hungría, Viktor Orbán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó a la victoria electoral de Trump como “el mayor regreso de la historia”.
Hamás emitió un breve comunicado diciendo, nuestra posición sobre el nuevo gobierno de Estados Unidos depende de sus posiciones y comportamiento práctico hacia nuestro pueblo palestino, sus derechos legítimos y su causa justa.
El presidente egipcio Abdel-Fatá el-Sisi dijo que Egipto ansía llegar juntos a lograr la paz y el mantenimiento de la estabilidad en la región.
Otros líderes africanos, entre ellos el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa y el presidente nigeriano Bola Tinubu, también felicitaron a Trump.
El gobierno chino dijo que su enfoque a Estados Unidos no cambia con la victoria de Trump.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, dijo que la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos brillará más bajo el fuerte liderazgo de Trump.
Los vecinos de Estados Unidos en el Continente Americano, algunos de los cuales sufrieron el impacto de los instintos proteccionistas de Trump en su primer mandato, también se preparaban para la incertidumbre.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a quien Trump descalificó en alguna ocasión como débil y deshonesto, escribió en X: “La amistad entre Canadá y Estados Unidos es la envidia del mundo. Sé que el presidente Trump y yo trabajaremos juntos para crear más oportunidades, prosperidad y seguridad para nuestras naciones”.
El presidente izquierdista de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva felicitó a Trump — a pesar de haberse declarado a favor de Kamala Harris hace unos días.