Las autoridades de China informaron de que al menos 35 personas han muerto y otras 43 han resultado heridas por el atropello múltiple perpetrado el lunes por la tarde en un centro deportivo de la ciudad de Zhuhai, en la provincia de Cantón, situada en el sureste de China.
El Departamento de Seguridad Pública de Zhuhai ha confirmado en un comunicado que a pesar del gran despliegue policial organizado en la zona poco después de que se conocieran las primeras informaciones del atropello, los equipos de emergencias no han logrado salvar la vida a muchas de las víctimas.
El conductor embistió con su auto a una multitud en un centro deportivo del sur de China en uno de los ataques más mortíferos de la historia contemporánea china.
Las autoridades chinas tardaron casi 24 horas en revelar oficialmente el incidente, que tuvo lugar en Zhuhai, ciudad de unos 2.5 millones de habitantes del sur de China, cerca de Macao.
Las imágenes que mostraron a decenas de personas en el suelo y un auto huyendo del lugar de los hechos, que circularon por las principales plataformas de redes sociales de China el lunes por la noche, fueron rápidamente censuradas.
También se eliminaron comentarios airados sobre el retraso oficial en informar del incidente y el sitio de mensajería Weibo censuró una etiqueta que mencionaba el número de muertos.
Ninguno de los heridos está en estado crítico.La policía informó que el conductor, de 62 años y apellidado Fan, fue detenido y estaba hospitalizado por heridas que se creía se había autoinfligido con un cuchillo en el cuello y otras partes del cuerpo. Fan estaba disgustado por el reparto de bienes en su acuerdo de divorcio, añadió la policía.
Se depositaron velas y flores en el lugar de los hechos. Unas 30 personas se reunieron en torno a una de las puertas del polideportivo y repartidores en bicicleta se detuvieron para añadir flores a los 20 ramos colocados en fila.
Cientos de efectivos de rescate de la ciudad de Zhuhai y de la provincia de Guangdong se desplegaron para proporcionar tratamiento de emergencia, y más de 300 trabajadores sanitarios de cinco hospitales trabajaron sin descanso para salvar vidas, informó el medio estatal Beijing Daily.
El presidente Xi Jinping ordenó que se hicieran todos los esfuerzos posibles para atender a los heridos y exigió un severo castigo para el agresor, según la televisión estatal china CCTV, que añadió que el gobierno central envió un equipo para orientar sobre la gestión del caso.