La quinta gran tormenta en tres semanas se acercaba a Filipinas, lo que provocó más evacuaciones a gran escala y una solicitud de fondos de emergencia de las Naciones Unidas para ayudar al gobierno a aliviar la difícil situación de los aldeanos más afectados.
El tifón Usagi tenía vientos sostenidos de hasta 185 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 230 kilómetros por hora y se pronosticaba que se fortalecería aún más antes de azotar por la tarde la costa de la provincia de Cagayán en el extremo norte de Luzón, la región agrícola más poblada del país.
La agencia meteorológica del país advirtió de marejadas potencialmente mortales de hasta tres metros en las zonas costeras de Cagayán y otras siete provincias cercanas y grupos de islas, e instó a todos los barcos a permanecer en puerto o buscar refugio de inmediato.
El tifón Toraji se alejó del norte de Filipinas hace apenas dos días después de desatar inundaciones, derribar líneas eléctricas y obligar a más de 42.000 personas a evacuar sus hogares.
El gobierno ha luchado para lidiar con el impacto de las últimas cuatro grandes tormentas, que dejaron al menos 160 muertos, desplazaron a millones y devastaron tierras agrícolas e infraestructura, principalmente en la región norteña de Luzón.
La administración del presidente Ferdinand Marcos Jr. ha gastado más de 1.000 millones de pesos (17 millones de dólares) en alimentos y otra ayuda para cientos de miles de víctimas de la tormenta, dijo la secretaria adjunta de Bienestar Social, Irene Dumlao.
El secretario de Defensa, Gilberto Teodoro, que supervisa los esfuerzos de respuesta al desastre, solicitó la ayuda de los países vecinos, incluidos Singapur, Indonesia, Malasia y Brunei, para proporcionar aviones adicionales para transportar alimentos, agua y otra ayuda a las aldeas aisladas por las tormentas. Estados Unidos, aliado de Manila desde hace mucho tiempo, envió aviones de carga con alimentos y otra asistencia.
El Equipo Humanitario de País de la ONU en Filipinas dijo que estaba recaudando $32,9 millones para ayudar al gobierno a brindar asistencia a unas 210.000 personas con necesidad crítica de ayuda y protección, especialmente mujeres, niños y personas con discapacidades, en los próximos tres meses.
Filipinas es golpeada por unos 20 tifones y tormentas tropicales cada año. Filipinas sufre terremotos con frecuencia y tiene más de una docena de volcanes activos, lo que lo convierte en uno de los países más propensos a sufrir desastres del mundo.
En 2013, el tifón Haiyan, uno de los ciclones tropicales más fuertes registrados, dejó más de 7.300 muertos o desaparecidos, arrasó aldeas enteras y provocó que los barcos encallaran y se estrellaran contra las casas en el centro de Filipinas.