La policía alemana desmanteló un campamento de protesta que albergaba a activistas ambientales en un bosque cerca de la fábrica de autos eléctricos Tesla en Grünheide, en las afueras de Berlín, citando violaciones a la seguridad y el orden público. Los manifestantes habían ocupado un bosque de pinos cerca de la primera planta europea de Tesla del multimillonario Elon Musk desde fines de febrero por preocupaciones sobre el agua y la deforestación.
Tesla quiere expandir su sitio en Grünheide para una estación de carga y áreas de almacenamiento y comprar un área boscosa del estado de Brandeburgo, donde está ubicada la planta, para ese propósito.
La policía fue desplegada primero en el campamento de protesta el lunes para evacuar temporalmente partes del campamento con casas en los árboles debido a una búsqueda planeada de artefactos explosivos de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, los activistas se negaron a irse y en su lugar treparon a algunos de los árboles, informó la agencia de noticias alemana dpa. La policía finalmente sacó a seis personas de las casas en los árboles que no querían irse voluntariamente. El martes, el campamento fue desmantelado por completo debido a que los activistas habían infringido repetidamente las normas y habían cometido delitos, explicó a dpa el portavoz de la policía local Daniel Keip.
Según él, tampoco fue posible establecer contacto con los líderes de la protesta y ya no se podía dar por sentado que la protesta se desarrollaría de forma pacífica.
El lugar cercano a la fábrica lleva tiempo siendo investigado por presuntos artefactos explosivos de la Segunda Guerra Mundial.
Casi 80 años después del final de la guerra, en Alemania todavía se encuentran con frecuencia bombas sin explotar, a menudo durante las obras de construcción. Normalmente se desactivan o se eliminan mediante explosiones controladas, un proceso que a veces implica evacuaciones a gran escala como medida de precaución.