Rusia acusó al gobierno del presidente estadounidense Joe Biden de hacer todo lo posible por alargar la guerra en Ucrania tras la información de prensa sobre la autorización del suministro de minas antipersonales a Kiev.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov mencionó que es difícil decir hasta qué punto eso se corresponde con la realidad, pero si se parte en general de la tendencia que muestra la saliente Administración de EE. UU., ellos apuestan por continuar la guerra y hacen para ello todo lo posible en el tiempo que les queda.
Destacó que se trata de una situación peculiar, por cuanto Ucrania es firmante del Tratado de Ottawa, como se conoce la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales, que Rusia y EE. UU. no han suscrito.
The Washington Post mencionó que Estados Unidos espera que Ucrania utilice las minas en su propio territorio y se ha comprometido a no usarlas en zonas pobladas por sus propios civile
Biden autorizó recientemente a Kiev el uso de misiles de largo alcance ATACMS contra territorio ruso.
“El presidente Vladimir Putin ha dicho en reiteradas ocasiones que está listo para que haya contactos y negociaciones”, dijo Peskov, al señalar que Moscú no está interesado en que el conflicto se congele, según las agencias de noticias rusas y lo que se interpreta como una muestra de apertura a negociar con Donald Trump.
Sin embargo este martes Ucrania empleó por primera vez misiles balísticos estadounidenses ATACMS contra la retaguardia profunda de Rusia.
Según los militares rusos, cinco misiles fueron derribados y los fragmentos de un sexto impactaron en el recinto de una instalación militar en la región fronteriza de Briansk sin causar víctimas ni daños.
Moscú anunció que el presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó mediante decreto la nueva doctrina nuclear de Rusia, que permite respuestas con armamento nuclear a ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia.
Las embajadas de Estados Unidos y de varios países europeos, entre ellos España, anunciaron el cierre de sus puertas por el temor a un ataque aéreo masivo.
Peskov evitó en su comparecencia valorar estos cierres “no es nuestra competencia”, afirmó y dejó en manos del Ministerio de Defensa cualquier información relativa a lo que Moscú describe como operación militar especial.