El papa Francisco pidió al Vaticano que estudie si la Iglesia Católica debería tipificar el “abuso espiritual” como un nuevo delito para abordar los casos en los que los sacerdotes utilizan supuestas experiencias místicas como pretexto para dañar a otros.
Mediante un comunicado de la oficina doctrinal del Vaticano en el que se anunció la medida, no se nombró ningún caso específico de este tipo de abusos, pero el Vaticano ha tenido que hacer frente a varios en los últimos años.
El cardenal Víctor Fernández, principal responsable doctrinal de la Iglesia, se reunió con el Sumo Pontífice para discutir la propuesta de un nuevo delito de abuso espiritual el 22 de noviembre, según el comunicado. El Santo Padre ordenó a Fernández trabajar con otra oficina del Vaticano para considerar el asunto, señaló.
El comunicado citó las nuevas normas vaticanas, aprobadas en mayo, sobre la evaluación de supuestos sucesos sobrenaturales, diciendo que era “moralmente grave” utilizar supuestas experiencias espirituales para ejercer control sobre otros.
Un caso muy sonado de acusaciones de abusos se refiere al reverendo Marko Rupnik, artista católico de fama internacional y antiguo líder de una comunidad espiritual en Roma. Ha sido acusado por unas 25 personas, en su mayoría exmonjas, de diversos tipos de abusos.
Se desconoce si Rupnik se ha pronunciado públicamente sobre las acusaciones. Sin embargo, el centro que dirigía en Roma publicó en julio una carta en la que afirmó que Rupnik “siempre negó con firmeza” las acusaciones.
La orden católica de los jesuitas expulsó a Rupnik de sus filas en junio de 2023 y el Vaticano reabrió una investigación sobre su conducta en octubre del año pasado. La última vez que se supo de Rupnik ejercía su ministerio en su Eslovenia natal.