Se centró en los temas de la guerra cultural que entusiasman a su base, prometiendo borrar la conciencia de la sociedad y promocionando algunas de sus medidas ejecutivas más divisivas.
El presidente Donald Trump, tuvo su primera prueba de fuego, presentándose ante el Congreso en su regreso al poder, celebrando los primeros 43 días en el cargo. Su discurso batió el récord de la intervención presidencial anual ante el Congreso más larga de la historia moderna, con algo menos de una hora y 40 minutos. También fue uno de los más partidistas, sin casi ninguno de los habituales llamamientos a la unidad.
A lo largo de su discurso, Trump se centró en los temas de la guerra cultural que entusiasman a su base, prometiendo borrar la conciencia de la sociedad y promocionando algunas de sus medidas ejecutivas más divisivas.
Trump lamentó lo que llama la injusticia de la acción afirmativa y promocionó sus esfuerzos para hacer retroceder los derechos de las personas transgénero y los programas de diversidad.
“Necesitamos que México y Canadá hagan mucho más de lo que han hecho”, dice Trump ante el Congreso
Eligió destacar a Elon Musk, el multimillonario a cargo de las labores de eficiencia gubernamental, quien estaba sentado en las galerías.
Trump recitó una larga lista de programas cuya financiación ha sido recortada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk, calificándolos engañosamente de ejemplos de fraude. Y repitió afirmaciones desacreditadas de que un número significativo de estadounidenses muertos están recibiendo prestaciones de la Seguridad Social.
Muchos republicanos tienen profundas reservas sobre los aranceles, y los legisladores de los estados que podrían verse duramente afectados pasaron este martes al teléfono con los ayudantes de Trump expresando sus preocupaciones. Esperaban oír de Trump una explicación más completa de su plan arancelario y una explicación de cómo podrían beneficiarse los estadounidenses de a pie.
Trump fue vago en los detalles, y repitió su aliento a los agricultores para que se diviertan mucho vendiendo sus productos dentro de Estados Unidos (un sentimiento que expresó en las redes sociales esta semana).
Pero se mostró inflexible sobre la conveniencia de los aranceles, aun reconociendo que podrían causar dolor económico.
“Los aranceles pretenden que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande. Y está ocurriendo, y ocurrirá con bastante rapidez”, dijo. “Habrá una pequeña perturbación, pero estamos bien con eso. No será mucho”.
Trump apenas pudo evitar el tema que ha dominado la última semana –la guerra en Ucrania– a pesar de que su discurso se centró en gran medida en asuntos internos.
“También estoy trabajando incansablemente para poner fin al salvaje conflicto en Ucrania”, dijo Trump.
Trump ha hecho de su predecesor, el expresidente Joe Biden. El discurso de este martes no fue una excepción. Acusó a Biden de dejarle problemas que van desde el alto precio de los huevos hasta autorizar demasiado dinero para Ucrania, según extractos del discurso.
Más tarde, refiriéndose a los intentos de aprobar un proyecto de ley de fronteras el año pasado, Trump dijo que en lugar de una nueva legislación, todo lo que realmente necesitábamos era un nuevo presidente.
La senadora Elissa Slotkin, la novata de Michigan que presentó la réplica de los demócratas, recibió una de las tareas más infamemente ingratas de la política.
Fue breve y concisa. Comenzó acusando a Trump –y, deliberadamente, a Musk– de adoptar un enfoque “imprudente” y “caótico” para reformar el Gobierno federal.