No solos los altos funcionarios de gobierno se organizan, también los ciudadanos, quienes desde las redes sociales hacen un llamado a boicotear a Estados Unidos con los hashtags #BoycottUSA y #BuyEuropean.
El gobierno de Estados Unidos hizo entrar en vigor aranceles del 25 por ciento a Canadá y México, sus principales socios comerciales con los que mantiene un Tratado de Libre Comercio, el T-MEC.
Es casi inminente que también la Unión Europea tendrá que enfrentar la misma medida, que ya había sido anunciada en el pasado por el republicano.
Ante este panorama de incertidumbre, no solos los altos funcionarios de gobierno se organizan, también los ciudadanos, quienes desde las redes sociales hacen un llamado a boicotear a Estados Unidos con los hashtags #BoycottUSA y #BuyEuropean.
“Una forma de hacer oír tu voz cuando un país toma decisiones muy malas es dejar de comprar sus productos”, aconseja Rickard Kilström, de Suecia, quien comparte en su cuenta de X, recomendaciones para el boicot.
En Dinamarca, el grupo de supermercados Salling, que operan los supermercados de cadena Bilka, Fotex y Netto, anunció que marcará la procedencia europea de sus productos. Una medida que también se emplea en Canadá desde hace semanas, para facilitar al consumidor elegir aquellos bienes nacionales sobre los estadounidenses.
“Recientemente, hemos recibido varias peticiones de clientes que desean comprar productos de alimentación de marca europea. […] Nuestras tiendas seguirán disponiendo de marcas de todo el mundo, y siempre serán los clientes quienes elijan. La nueva etiqueta es solo un servicio adicional para los clientes que quieran comprar productos con etiquetas europeas”, explica en Linkedin el director general del grupo, Anders Hagh.
Algunas de las marcas que los usuarios recomiendan no consumir, y en su lugar reemplazar por productos similares, pero de origen local o de otra nación que no sea Estados Unidos, son Walmart, Sprite, Coca-Cola, Oreo, Colgate, Heinz, Kellogg´s, Starbucks, Mcdonalds, entre otras.
Europa es un ejemplo de como los consumidores han optado por usar su poder de consumo como protesta, lo que ha generado que las ventas de los coches Tesla, de Elon Musk, cayeran un 45% en enero de 2025 respecto al año anterior.
Esto ha abierto una oportunidad de mercado para China, pues en el mismo mes, las ventas de autos de las marcas chinas aumentaron un 52% respecto a enero del año pasado, según datos de Jato Dynamics.