La distribución de preservativos se frenó, además de desmantelarse el programa de prevención de embarazos adolescentes.
De nuevo ataca la “motosierra” del presidente argentino Javier Milei, levantando nuevos obstáculos para el acceso a la salud reproductiva y al aborto, cuya legalización en 2020 representó un hito histórico para los movimientos feministas y que la falta de presupuesto amenaza con convertir en letra muerta.
ONG´s reportan falta de medicamentos gratuitos para abortar y anticonceptivos. También el desmantelamiento de programas exitosos para prevenir embarazos adolescentes.
Muchas mujeres dicen sentirse desamparadas al no contar en este momento con las herramientas del Estado que tenían antes.
Milei ha definido la interrupción voluntaria del embarazo como un asesinato y a quienes la defienden como promotores de la agenda sanguinaria y asesina del aborto.
El gobierno de Milei hizo recortes en todas las áreas del Estado, con decenas de miles de despidos que fragilizaron estructuras de atención sanitaria. Ello en aras del equilibrio fiscal que el gobierno exhibe como su mayor logro junto con la contención de la inflación, del 2,2% mensual en enero.
Y sin presupuesto para 2025, en 2024 se prorrogó el del año anterior pese a que la inflación fue 211% en 2023 y 118% el año siguiente. En este contexto, un informe de la ONG Proyecto Mirar, que vigila el cumplimiento de la ley de aborto, reportó que el año pasado el gobierno nacional no distribuyó ningún tratamiento.
Las provincias se hicieron cargo, pero con débil capacidad de respuesta en insumos, capacitación y asistencia técnica.
Se frenó la distribución de preservativos y se desmanteló el programa de prevención de embarazos adolescentes, que entre 2017 y 2023 había resultado en un descenso en la tasa de embarazos de 57% en niñas de hasta 14 años.
Natalia Gerhardi, codirectora de la Red de Acceso Seguro al Aborto de Argentina (Redaas), alerta que las mujeres podrían dejar de acudir a los hospitales públicos para solicitar la práctica. El acceso al aborto gratuito “está en riesgo en 2025”, concluyó.
En Chivilcoy, una ciudad de 90,000 habitantes en la provincia de Buenos Aires, los medicamentos para abortar se dan a cuentagotas.
La consejería de la organización feminista ‘La hoguera’ recibe hasta 15 peticiones semanales de misoprostol. Pero muchas mujeres se van con las manos vacías.